Sentado en un banco de la estación, frente a la vía del tren, se resguardaba del viento con las solapas del abrigo subido. Hacía frío y viejos trozos de diario volaban a su alrededor, como si practicaran una extraña danza olvidada por el tiempo. (más…)
Dos son cuatro; en la mesa noroeste del comedor hostelero donde me encuentro hay dos personas físicas, y otras dos síquicas. Sí. (más…)
Eran las siete de la tarde de aquel jueves de mayo de 1995, hacía calor. Pepa ya pensaba en el veranito que le esperaba de calor, de crios en casa dando vueltas en vacaciones, de peleas entre ellos y de contar horas… (más…)
Tengo una resaca como un piano. Un piano de cola. El malestar de mi amigo Mario debe ser todavía peor, no porque haya ingerido más litros de alcohol que yo, sino porque su mujer es mucho menos transigente que la mía. (más…)
“Qué difícil y qué confuso es esto del vivir. Qué batalla más áspera, más dispersa y más absurda”. El hombre triste filosofa mientras pasea al perro, el sábado, a primera hora de la mañana. (más…)
Todo fue tan rápido que no me dio ni tiempo a pensar. No hubo aviso previo, sólo un silencio sobrecogedor. Por un momento pareció como si el tiempo se hubiera parado. (más…)
Rosana se acostó. Mientras intentaba dormir se preguntó si esa noche seria igual a todas las otras noches que había vivido en los últimos cinco años. Cinco años en los que, cuando el cansancio la vencía, tenia el mismo sueño. Siempre. Noche tras noche, aquel sueño la acompañaba. (más…)
Hasta que la vida se encargó de demostrarle lo contrario, el hombre del impermeable había creído que había futuro tras de el presente. ¿Que cómo lo sé yo? Pues porque me lo dijo él sin saberlo. (más…)
Fue solo una mirada extraviada y un centelleo del pensamiento. Desde la puerta, dominadora y grandiosa la cama, y sobre ella, diminuta pero presente la inconfundible cartera paterna. (más…)
Tuvo en su boca todos los nombres y yo la certeza de recibir el adecuado si hubiese sido capaz de preguntar. (más…)
40º. Mati pensó que seguramente el termómetro alcanzaría los 40º de calor a juzgar por la casi imperceptible oscilación del firme de la carretera y la molesta palpitación de sus sienes. (más…)
Sergio Valdés vive solo en el altillo de su oficina desde que, hace catorce años, su mujer le echó de casa. Es un espacio bajo de techo, sin ventanas y con demasiados estorbos. Ahí duerme, desayuna, ve la tele y esporádicamente cabalga sobre alguna pindonga necesitada. (más…)
Domingo por la tarde. Ella sentada en su sillón favorito, un gran sillón orejero que permanece paciente, siempre a la espera de que ella se acople en él con desparpajo, con el descaro de sentarse de la manera menos ortodoxa, (más…)
Siento los dedos congelados. No sé si podré apretar el gatillo. ¡Ha llegado tu hora! Quizás es el momento.
Si esto fuera una película de John Wayne, sería donde la manillas del reloj empezarían a volar. (más…)
Quiero compartir con Uds. una experiencia que me sucedió años atrás cuando mis hijos estaban chicos, durante esa época llegamos a tener en la casa los siguientes animales: dos conejos, dos gatos. tres periquitos, un perro y una tortuga. (más…)