Abr 28
Las manos no siempre mienten, me dijo. Yo lo miré, sorprendida. Era la primera vez que me dirigía la palabra y apenas pude controlar el rubor que subió a mis mejillas. seguir leyendo »
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Las manos no siempre mienten, me dijo. Yo lo miré, sorprendida. Era la primera vez que me dirigía la palabra y apenas pude controlar el rubor que subió a mis mejillas. seguir leyendo »
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