
Salieron todos corriendo; tenían los ojos enrojecidos y llorosos, y los huesos doloridos por los abundantes pelotazos que habían recibido. (más…)
Nunca tuve suerte con los autónomos. Soporto con resignación la tendencia a que me timen sin abrir la boca. (más…)
Cuando escuché la palabra carricoches me di vuelta de inmediato, cosa que debía hacer cualquier fanático de Joaquín Sabina como yo. (más…)
Por fin recordaba el día que compró aquella colonia. Una mañana cualquiera de hace ya mucho tiempo, revolviendo uno de los cajones del mueble del baño, se tropezó con uno de esos frascos diminutos de muestra. (más…)
Alberto terminaba de comer el helado de chocolate con pasas de uvas al ron mientras Marta, su mujer, le decía, casi en tono suplicante, que si seguía comiendo de ese modo terminaría por convertirse en un cerdo. (más…)