La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir «cien o doscientas páginas» sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. Pese a la oposición de su familia y su editor, él decía que de ese modo podría «saldar una deuda que he contraído con la medicina» y que le serviría de base para su tesis doctoral (que luego, una vez realizada, no sería aceptada). «La isla de Sajalín» es producto de una investigación más científica y ajena, y de una mirada severa pero no sesgada. El libro, que la censura expurgó y que no se publicó íntegro hasta 1895, puede considerarse el primer reportaje sobre un presidio, realizado con criterios modernos de objetividad.
LA ELECCIÓN DEL CAPITÁN VON SCHACH- Theodor Fontane
«La elección del capitán von Schach» (1883) cuenta con elegante distancia y perspectiva los pormenores e imprevisibles consecuencias de un pequeño escándalo, cuando un hombre formado en el principio de obediencia se cruza en el camino de una mujer que se siente libre. Es una de las nouvelles más aclamadas de Theodor Fontane: leerla es como leer a Thomas Mann o Stefan Zweig avant la lettre.
COMO ORQUESTAR UNA COMEDIA – John Vorhaus
«Cómo orquestar una comedia» es un libro eminentemente práctico que con mucho humor ofrece al lector todos aquellos recursos imprescindibles para emprender la redacción de una comedia de forma eficaz; recursos que permiten eludir con garantía de éxito los obstáculos que a menudo se interponen en el desarrollo de situaciones cómicas. Cómo orquestar una comedia atiende, además, al aspecto estructural de la narración, por lo que resulta de gran valor para todo autor o guionista de cualquier tipo de ficción narrativa.
AVENTURA EN AUSTRALIA – Teresa Artigas
Luis, un joven de trece años, acompaña a sus padres en un viaje al continente australiano. Allí, visita Sydney y se maravilla de las costumbres, fauna y paisaje del país. El trabajo fotográfico del padre les llevará hasta Alice Springs, en el corazón de Australia, y les hará internarse en pleno desierto. Casualmente, la familia se encuentra con unos amigos con los que deciden seguir el viaje. Juntos vivirán unos días de aventuras por las carreteras del Territorio del Norte. El grupo llega a un poblado aborigen, donde conocerá la vida y leyendas de los primeros pobladores de Australia, y sabrá de la lucha actual de sus descendientes por defender sus derechos y su cultura.
(Editado tambien en catalán)
ALBA EDITORIAL, S.L.U.
La magia del Convento de Santa Clara.(por haddass)
Llegamos a Alcázar de San Juan para hacer un curso de narrativa y nos encontramos (Alumnos, organizadores y profesores) en el antiguo convento de Santa Clara, paseando por el patio central del claustro y habitando las que fueron antiguas celdas de las ocupantes de otros tiempos. Aunque con su televisor y un acomodo moderno y práctico,aire acondicionado incluido, estas celdas de techos altos y grandes ventanales transmiten sensaciones medievales transportándote a la memoria de lo leído o escuchado en boca de quienes nos contaron historias de aquellos tiempos. Uno no puede substraerse al chirriar de algunas puertas y, pasada la medianoche, al retumbar de pasos por los largos pasillos.
El curso nos deparó bonitas historias en las prácticas que realizamos y hay que decir que había talento narrativo entre los participantes. Pero sin darnos cuenta se fraguaba, a fuego lento, entre todos una pequeña confabulación entre pasillo y pasillo, entre pausa y pausa. Era ese sentir otros pasos bajo los nuestros, otros silencios y miradas entre nuestras miradas, un pasado rondándonos la piel y en el centro del patio, ese pozo misterioso origen de muchas leyendas.
La última noche cuando la despedidas se intuían y la añoranza temprana se hizo presente en medio de esos días de estudio y repaso, nuestras miradas confluyeron en ese anillo multicolor, diferente cada día a tono con la vestimenta de tal modo, que se hizo el reflejo de nuestra estancia, representante misterioso de lo que habíamos vivido en aquellas horas, mezclando y compartiendo proyectos e ilusiones, bocetos, relatos, vida, amores y desamores.
La dueña de tan espectacular amuleto los repartió entre todos haciéndonos participes de la historia: “Portar y regalar este anillo es ayudar a la familia que los crea y vende en el mercadillo a cumplir su sueño”. Ni media palabra más. Cada cual partió con su anillo y su deseo de volvernos a encontrar muy pronto entre la magia del convento.
Señores de la política.(por haddass)
No es difícil encontrar en la prensa diaria y semanal artículos que expresan el disgusto general con nuestra actual clase política. Existe una corriente de hastío por tanto engaño repetido y planificado desde el marketing más inclemente. La incoherencia permanente, el ataque partidista mas vil y rastrero pasea delante de nuestro ojos haciéndonos sentir a veces ajenos; otras profundamente afrentados; la más, avergonzados por el espectáculo dialéctico fútil, chabacano, interesado y demagógico de estos políticos de pacotilla, que nadie sabe donde han aprendido este oficio de velar por el interés general y ser hábiles para tratar a la gente o dirigir sus proyectos sin ofender, manipular ni dividir.
No es extraño que muchos miremos hacia atrás recordando otras generaciones de políticos, que dieron la talla en momentos mucho más complejos de nuestra historia reciente manteniendo la dignidad y la coherencia. Con discursos e ideas muy diferentes todos trataban de buscar un lugar de encuentro, un punto común donde solventar lo que era realmente importante, unir esfuerzos en lo esencial y discutir buscando acomodo a sus posiciones según su fuerza política y con respeto a la ciudadanía y sus intereses.
Todos podemos encontrar fallos en ellos, en su estrategia o sus decisiones pero la admiración es común porque de todos ellos aprendimos la tolerancia, el dialogo, la dialéctica brillante, los discursos concatenados en la forma y en el fondo que además se correspondían, en mayor medida que ahora, con las actitudes posteriores.
Adolfo Suárez y Julio Anguita, son algunos de los políticos, a mí entender, más relevantes de los últimos tiempos. El primero porque supo tomar decisiones controvertidas en momento muy difíciles sin violentar ni dividir (En 1996 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia). El segundo porque supo defender su posición con honestidad sin chantajes ni componendas y nunca se presto a pactos, si estos no se basaban en un proyecto real de transformación de la sociedad que incluyera sus propuestas en alguna medida.
Esperemos que “todos” los políticos actuales entiendan que no se puede vender sistemáticamente una moto que no anda, sino que mas bien recula.
Os dejo dos frases para terminar que no se fraguaron en una consultoría, sino que se corresponden no solo con una forma de hacer política sino con una forma de ser y de vivir.
“La política no es un mercado en que todo se compra y se vende. No es que haya cosas sagradas que no se puedan tocar, pero sí hay valores, los que fundamentan la convivencia democrática, que no deben estar en la negociación política, porque sin ellos ninguna negociación es posible.” (Adolfo Suárez González)
«¿Qué valoro en un político? -La sinceridad, que surge de tener un proyecto propio y estar convencido de las propias ideas. Y a partir de ahí, hablar como se piensa y vivir como se habla.” (Julio Anguita).
La radio (por Lules)
“Esta niña tiene voz de locutora de televisión”, le decía mi tía Gloria a mi padre cuando yo era pequeña, muy pequeña, pero mucho, mucho, mucho. Y es que yo aprendí a hablar antes que a caminar … ¡y hablaba hasta por los codos!
En aquellos tiempos nos juntábamos todos los domingos con tío Albino, tía Gloria y sus cinco hijos: Gloria (la nena), Carlos, Juanjo, Lourdes María, que nació el 11 de febrero y la llamaron así para no llamarla Mª de Lourdes como yo y David. Yo siempre me peleaba con Carlitos: Yo le quitaba sus coches y él me tiraba de trenzas. Yo lloraba, claro, y gritaba y menudo ¡vozarrón sacaba!
¡Siempre me pillaba! Mi padre siempre me pillaba cantando, y me grababa claro.
Entonces vivíamos en una colonia nueva de Madrid, a la cual llegaba un autobús y de milagro. Estaba a la salida de la Avenida de América. Fuimos de los primeros en vivir en aquellas casas recién construidas. Mamá me daba de comer en la terraza, antes de que papá llegase de trabajar. Y mientras ellos comían yo me quedaba en la terracita jugando… y cantando. Me gustaba cantar.
“Chiquitinaaaaa, Chiquitinaaaaa le dicen los muchachos al verla pasar…”
Cantaba yo en la terracita aquella. Y bailaba también, cuando tienes muy pocos años puedes hacer todo eso: siempre resulta gracioso.
Papá ponía el micro detrás de los visillos para que yo no lo viera, que eso se creía claro, y me grababa y yo seguía cantando mientras le miraba por el rabillo del ojo ¡qué vocecita mas dulce ponía yo entonces!
Ahora también.
Doy voces o pongo voz dulce, según se tercia y canto, mal pero canto. Sigo hablando, hablo mucho. No soy locutora de la tele, pero tengo una emisora de radio por Internet ¡es que los tiempos cambian mucho, caray !
La emisora se llama radio41ypico y si no me echan de este blog prometo contaros mas cosas, más adelante.
Saluditos.
Lules