Aves de paso. Por María
Yo era una mujer feliz. O quizá no…Pero como no lo pensaba, eso no tenía importancia. No pensaba la vida en términos de felicidad, la verdad. De hecho, no la pensaba. Sólo la vivía como podía, andaba por los días tal y como iban viniendo: a trompicones, salvando baches, escaqueando trampas, disfrutando las calmas, aguantando los vendavales…Como cualquiera. Mi vida era corriente, yo era corriente y eran muy corrientes mi marido, mis hijos, mi piso, mi barrio, mi trabajo. Tengo 39 años y trabajo de limpiadora en un hospital grande, como personal fijo de una subcontrata de mantenimiento. Mi marido,… Leer más