Nunca me ha gustado el mar. Dicen que relaja, que tranquiliza el sonido vibrante del movimiento de las olas, que su olor característico alivia a quien lo oye, este triste o feliz. Igual que la lluvia, la lluvia relaja, a la gente le gusta dormir cuando llueve. (más…)
No tendría más de dieciséis años. Llevaba un brazo en cabestrillo. Se plantó delante de la mesa cuando casi todo el público se había marchado ya y se puso a rebuscar en una bolsa que le colgaba del hombro. (más…)
Desde la lejanía que otorga el tiempo puedo rememorarlo todo sin que me hieran mis sentimientos. (más…)
Busco piso. Zona centro. Salón y una habitación. No importa cocina americana. Último y a ser posible aislado de ruidos. (más…)
1 Germán, arrebujado en su bufanda acrílica, observa el rugir de la cellisca en la calle, el viento tontea con el aguanieve en una pirueta de golondrina, la nariz enrojecida, los ojos marchitos. (más…)