Plomo etéreo
que embutes de nubes el cielo,
destila tu elemento de esperanza
lava y nutre nuestro suelo,
despréndete y alcanza
el corazón de nuestra tierra.
Rompe sus semillas y elévalas al viento
prendidas de firmes tallos en la arena.
Fuiste masa origen de este cuerpo
vuelve a ser masa densa
en el origen de su alimento.
Produce de nuevo el portento
de ser lágrima compasiva.
Sé tú el agua que abriga
del frío seco y destructivo,
vuelve a ser la nodriza
que amamanta los cultivos
y con su llanto los salva.
Lluvia preciosa,
más que el oro y la plata.
Sin oro y sin plata pasamos,
pero sin ti, dime quién pasa.
Tu amor nos regenera,
del Amor en ti un día salimos,
tu beso nos recuerda
que sin ti no hay vida
y sin tus besos morimos.
Lluvia suave, constante
nunca dejes de amarnos,
no dejes de visitarnos,
sé tú nuestra amante.
