Relato DESCALIFICADO para el premio del público
Corría sin rumbo por callejones repletos de gente. Pese a mi carrera en zigzag a cada paso tropezaba, recibiendo insultos; sin embargo, mi energía se acrecentaba alentado por un temor secreto. Avanzaba gobernado por una fuerza que estaba lejos de comprender. Mi camisa, cubierta de sudor, chorreaba hasta los antebrazos. Llevaba en la mano, envuelto en un sobre, un objeto cuyo origen desconocía. Mi aliento se acortaba y decidí detenerme en uno de los restaurantes que abundan en la ciudad. Este con olor a la Italia de los suburbios. Sí, era esa Italia la que evocaba, tal vez por la fetidez del mozzarella descompuesto. Por un instante creí entenderlo todo, pero volví a desorientarme al palpar el objeto. No sabía por qué me provocaba tanta ansiedad mirar aquel bulto. ¿Sería robado? Quizá mi cara delatara algún desliz. Intenté sonreír, cuando fui interrogado por una mulata con ojos que parecían arrastrarse por el piso.
––¿Qué traes ahí? ––dijo con voz melosa.
––No sé ––dije.
––¡Ah, no sabes! ––repitió con su timbre fastidioso.
––Si quieres llamo a los índigos ––emitió un bramido un negro, escondido tras el humo de su puro, probablemente aludiendo a la policía.
Me acerqué, nervioso, señalando el objeto–– y dije:
––Si quiere se lo vendo.
––Tráeme el paquete, Frank ––dijo la mujer.
Un círculo de gente me rodeó. Creí imaginar que sus ojos se introducían en mis bolsillos y en mi cabeza. La mulata abrió el paquete y saltó disparada hacia atrás, lanzando un grito. Uno de los hombres me tomó por el cuello. Aún no sabía a qué se debía el embrollo, pero por el salto que había dado la mulata supuse que tenía que ser algo desagradable. La mulata de ojos que parecían arrastrarse por el piso los había recogido como si un cilindro los izara. Ahora me escudriñaba insistente. Otros tres hombres pugnaban por mirar dentro del bulto y, para sorpresa mía, también retrocedieron desconcertados. Luego de un minuto que me pareció un siglo, el agresor hincó mi cuello con su cuchillo y dijo con una gruesa voz que juzgué fingida.
–– ¿Dónde coño lo conseguiste?
Quería responder su pregunta, pero no recordaba cómo había llegado hasta mí el misterioso objeto. Debo señalar, llegado a este punto, que esta historia, tan confusa como vívida, me ha perseguido durante mucho tiempo y he decidido contarla sólo para que se conozcan los laberintos, con apariencia ingenua, que en ocasiones nos asedian.
––No sabes nada, verdad ––reanudó el interrogatorio otro de los tipos; un albino con la cara cortada al que le saltaban los ojos de un lado al otro, tras una nariz acusadora.
––De veras que no sé nada ––alegué.
––Juanca ––dijo la mulata––, llévalo pa´ allá atrás y mátalo.
––Pero, ¿qué coño pasa aquí? ––grité, y advertí que la incomodidad en mi cuello se acentuaba.
––Llévalo, sí llévalo pa´ la cocina ––dijo el albino.
Caminé a empujones y llegué al centro de confección de comida italiana. No podía olvidar a la Italia. A la Italia de los suburbios. A mi mente, sin poder explicarlo, llegó la conocida ropa vieja cubana, el arroz a la marinera y el picadillo a la habanera. Quedé perplejo cuando el albino soltó una carcajada y dijo:
––Picadillo a la habanera. ¡Qué mentáfora!
No había dudas, en mi estado debí haberlo mencionado, ¿de qué otra forma hubiera adivinado mi pensamiento? Sin embargo, otra pregunta me atormentaba, ¿qué vendría en aquel bulto que tanto me había hecho correr?, ¿quién era aquella gente desconocida; y qué hacía yo en el fondo de un restaurante en La Habana Vieja?
––Por última vez, ¿quién te dio esto, de dónde lo robaste y quién te envió a nosotros? ––volví a sentir la voz fingida.
Comprendí que nada los detendría y que aquella locura sólo podía ser mitigada con sangre. Los pares de ojos en números cada vez mayor me observaban con rigurosa simetría, hasta que llegó un tuerto. Ahora sí se jodió todo. Un tuerto. Ya no esperaba ninguna benevolencia, razoné. El tuerto tomó un cuchillo enorme. Esperaba ser atravesado, cuando escuché una voz afinada:
––¿Por qué van a hacerle eso?
Noté que todos enmudecieron. El albino parecía más pálido que antes. Al tuerto le vi un retozo en el ojo desnudo. El recién llegado era un hombre delgado, alto, con modales elegantes. Lucía unas gafas profundas que se perdían en unos puntos finísimos. Inexplicables. Logré enderezarme. La posibilidad de morir con el arma blanca me había hecho encorvar. Había adoptado una pose de ballesta en la que sólo faltaba la flecha. El hombre vino hasta mí, sonriente, y me dio unas palmadas en la espalda.
––No te preocupes, nada malo te pasará; estos muchachos son muy impulsivos.
A pesar de la aparente bondad yo desconfiaba, presentía que todo podía variar de repente. Un suspiro inadecuado, una respuesta descuidada, una pregunta… No, la pregunta nunca la haría.
––¿Lees mucho? ––preguntó muy parco.
No sabía qué responder. Si respondía que sí y no le gustaba la réplica, la flecha ingresaría, sin dudas, en la ballesta. Si decía que no, podía ser la justificación. ¿Qué hacer? Tomé mucho aire, quizá todo el que cabía en mis pulmones y grité:
––¡Sobre todo, cuentos!
––Cuentos, qué bien ––se acomodó la corbata, erigiendo su cuello––, sabes puedes lograr tu escapada de dos maneras, claro, la libertad hay que ganársela. Una posibilidad sería explicando quién te mandó y qué traes en el paquete ––quise interrumpirlo, pero con el índice dividió su boca para que me callara, después prosiguió:
––La otra condición, creo que más fácil, también te haría un hombre libre ––sonrió, mostrando unos dientes afilados que aparecían y desaparecían tras la lengua––; debes decir quién es mi cuentista favorito.
Miré al cielo, o mejor dicho a la bóveda de aquel lugar, y quedé petrificado al ver brazos y piernas colgados de garfios. «Tengo que salvarme», rumié. Regresé al mundo, cuando oí:
––Ah, olvidaba algo ––ahora se rascaba la cabeza, utilizando un pequeño peine––, ¿sabes cómo ganan los cuentos?
––Sí, señor, por nocao ––dije.
–– ¡Por knock out! ––rectificó.
Miré desconsolado de nuevo a lo alto a ver si ya no estaban aquellos pedazos de carne, pero para mi desgracia continuaban allí.
––Espero tu respuesta ––dijo el hombre.
––El escritor que usted más gusta es Poe ––dije temblando––, el cuento que más disfruta es el Tonel del Amontillado, además le fascina el poema El Cuervo ––quedé, al terminar esta frase, algunos segundos literalmente paralizado, al observar una túnica negra deslizándose sobre mi cabeza; luego comencé a recitar un fragmento del poema, sin saber lo que decía, pues nunca había dicho una palabra en inglés.
Once upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore…
Soltó una carcajada, como relámpago, que se incrustó en mi cerebro. Levanté la mirada y coincidimos por más de un minuto. No sabía si era correcto o no aquella insolencia de mi parte, pero sospeché haber sido hipnotizado. Vi una oscura cripta por donde descendí apoyado de sus paredes, al final escuché gemidos, después advertí una luz que se acercaba y ante mí emergió un campo de flores, donde encontré muchas personas. Algunas lloraban. Otras suplicaban, haciendo cruces al aire. No sé qué tiempo permanecí en ese estado, solo que desperté tras el grito de mi madre, espantando a un cuervo que intentaba taladrar la cabecera de mi cama.Créanlo o no, hoy hace once años, con once meses y once días que no logro conciliar el sueño, aunque en las noches desarticule las ventanas de mi cuarto a la espera del cuervo…
Creo que lleva dentro el cuento por sí mismo: es decir, es un cuento, en él nombra el libro de cuentos de Poe (buen conocimiento del autor), a uno de los personajes le gustan los cuentos y además todo el cuento es un sueño (¿qué es un cuento más que el mundo de los sueños?)
Felicitaciones al autor y que tenga mucha suerte.
Inquietante desde el principio; sugerentes su descripción y su forma de narrar.Animo al autor a seguir escribiendo así.
Gran capacidad para transportar al lector a las escenas descritas en el relato, me ha parecido estar sentada en un patio de butacas delante de una pantalla de cine, y también para mantener su intriga y curiosidad desde el pricipio hasta el final…. ¿qué llevaría en el paquete?
Genial!, absorvente, genera una avidez de saber mas, que realmente lo convierte en un relato corto aunque tuviera otras 200 paginas.
Perfecta narrativa, facilita adentrarse en la escena no como espectador sino como parte de ella.
¿Quien de Uds no se ha asomado para atisbar siquiera el contenido de tan misteriosa bolsa?
ENHORABUENA!!, es el mejor que he leido de este certamen.
Mucha intriga para un relato bien desarrollado. Te mantiene interesado y ansías el desenlace hasta el final.
Genial!!
es una historia absorbente, en la que no te limitas a contemplarla como un espectador, las descripciones, la accion, te incluye en ella, no ves lo que le pasa al protagonista, sino que te sientes alli, en el mismo restaurante, como uno mas en la accion.
Aunque tuviera 200 hojas mas, seguiria siendo un relato corto. Mantiene el interes y la intriga en todo momento. Hace que devores cada linea con avidez.
Enhorabuena.
Me ha mantenido intrigada hasta el final, la tensión ha ido en aumento. Por suerte el final es bueno como en todos los cuentos. Sigue escribiendo y no lo dejes. Animo.
Felicidades al autor, logro captar mi atencion como hace mucho tiempo nadie lo hacia. Lo que mas me gusto es que deja un espacio para la imaginacion del lector……..Que habia en el paquete?
Me he quedado fascinado por la profundidad del relato y por la ansiedad que provoca su lectura. Está muy bien estructurado y mejor narrado. Creo que el «objeto» es la metafora de todo cuanto nos sucede y no alcanzamos a explicar de un modo racional y que nos lleva a situaciones que nos provocan desconcierto y miedo. Sinceramente, animo a quien sea que lo haya escrito a que siga haciendolo….me he emocionado al leerlo. Gracias por ese momento que me ha hecho pasar
Me ha gustado muchisimo por su especial metafora y hermoso lenguaje para narrar diferentes emociones que nos llegan por multiples situaciones.
Al escritor mis respetos y deseo que sea el ganador,muas gracias por plasmar de forma tan especial sus sentimientos.
Por un momento llegue a sentir tambien el olor a la ropa vieja cubana y al picadillo habanero, asi como el temor de no acertar con el cuentista preferido de mi supuesto «salvador». Ayy!! que cosas digo «mi salvador», si ni siquiera era yo la protagonista,
O si?? estoy confundida, ya ni se si estuve ahi o no, pero creo empezar a recordar…
Ese efecto solo se logra con semejante manera de ilustrar situaciones, alcanzando asi la perfeccion narrativa.
Felicidades.
Me ha gustado mucho ……….me senti corriendo por las calles de mi Habana Vieja…….con su olor caracteristico……….sus personajes son tipicos de la poblacion cubana…….me gusta tambien porque su lectura es capaz de llegar a cualquier lector……..
Mis felicitaciones …….de verdad que eres el rey de la metafora..
desde que lei el titulo de este cuento me di cuenta que me iba a gustar es magnifico por eso tienes a tantas personas que le gusta lo que tu escribes te felicito por este hermoso cuento
Me pareció un buen relato- Me gustó mucho, es un hermoso relato. No te conozco pero te recomiendo escribir un texto completo de varios relatos.
Atte. Profeta Santos
Me ha parecido un relato con mucha espectativa, cosa buena de un autor , el mantener al lector siempre atento hasta el fin.
Demuestra mucha capacidad para hacer que nos adentremos en su relato , muchisimas felicidades al autor , me a gustado mucho .
Felicito al autor por este relato , me ha gustado mucho su forma de narrarlo .
Demuestra mucho conocimiento del genero . La intriga está en todo momento , algo que nos mantiene con el deseo hasta el final.
Mis mayores respeto para su autor .
Considero que es un relato con una gran calidad narrativa ,lo cual ayuda al lector a mantener su interes en la lectura, sin causarle aburrimiento.
Felicito al autor y considero que tiene las bases para ser un buen escritor .
Continua escribiendo que tienes un futuro prometedor
excelente y surrealista cuento. pero quisiera saber por qué está descalificado del premio del público. ¿será por que tiene muchos comentarios y votos?
La narrativa de este cuento me sobrepasa. Es lo que uno cuando al acostarse no quiere que le ocurra, ver, oír y tocar la «muerte» esa muerte se encierra en un sueño, porque al despertarse descubres que la tuviste a tu lado, bien cerca, eso a mi personalmente me asusta, sabiendo que a otras edades esto te puede emocionar. Me parece una historia momentáneamente estresante, pero con una gran dosis de humor, ese humor cubano que tanto nos gusta a los latinos.
Quiero pensar que lo que vieron en ese paquete era la vida. La vida “buena” esa vida amable, cariñosa, responsable de todos nuestros actos, pues aquellos lacayos del mal, con sus caras respondieron al verla, como responde un caimán.
Moraleja: no dejes que tu vida se encierre en un mal paquete, porque al abrirlo puedes sorprender hasta la muerte, y la muerte nos espera todos los días encima de nuestro cabecero de cama.
Muy bien, realmente asombrosa, qué más puedo agregar después de estos magnífico comentarios que me preceden.
Solo desearle al Autor toda la buena suerte del mundo para él y su Obra.
Felicidades !!!!
Siento discrepar de la opinión general, aun cuando reconozco que efectivamente el cuento tiene tintes surrealistas y que mantiener aceptaqblemente la intriga. Sin embargo, estilísticamente deja bastante que desear.
Te deseo suerte en el certamen.
WOW! El cuento esta de lo mas bonito y me gusto muchisimo! Espereo que ganes te lo mereces! con mucho amor, Lisi♥
Un abrazo a todos los que han opinado sobre mi cuento. Deseo aclarar que no entiendo el motivo por el que aparece alterado la primera parte,cuando debe terminar donde dice piso y no repetirse el párrafo. Debo señalar que hasta ahora aparecía correctamente. Así no fue enviado. Quiero pensar que el error haya sido de buena fe.
Un saludo a todos de Noah
Amigo Bob Dylan: Primero felicitarte por el nombre escogido como seudónimo,quiero que sepas que es uno de mis músicos preferidos.Con relación al estilo , no sé a cual te a cuál te refieres,si al directo, indirecto,o indirecto libre,eso debes saberlo tú.Sólo hacerteunos señalamientos con relación a la forma en que escribes,debes disminuir el uso de los mente,en dos frases pones aceptablemente y estilísticamente.Las faltas de ortografía deben ser problemas del ordenador. Saludos Mefidto
Sólo escribo para decir que el relato estará descalificado, cosa que todavía no entiendo porqué, pero lo que realmente no entiendo es porqué ahora aparece escrito de forma distinta a como estaba cuando se publicó, es decir, se han juntado párrafos, y diálogos y esto hace que a veces no se entienda muy bien. Simplemente recomendar que se vuelva a poner como estaba.
Saludos y buena suerte a todos los participantes
muy bueno!!!!!
felicidades al autor, existimos muchas personas esperando por el cuervo.
por que un relato tan bueno esta fuera de concurso?
He leìdo este relato por dos motivos: la cantidad de votos y la descalificaciòn. La curiosidad manda.
He de decirte que siempre leo los comentarios, primero. Y, en parte, me dejo guiar por ellos.
¡Què decirte! Otra vez encuentro una ambivalencia en un relato.
La primera palabra que se me ocurre es: falsedad. Sì, sè que los relatos son todos falsos, ya que la literatura es doblemente falsa, por asociaciòn. No puedo explicar què de raro le he encontrado a tu historia. No hablo del contenido.
La otra palabra que mencionè: ambivalente, tambièn es importante.
En fin, si no sintiese esa ambivalencia y esa falsedad en tu relato, le colocarìa un 4.2 (hasta ahora la màs alta puntuaciòn que le he colocado a una historia); pero le doy un 2.8
¡Saludos y èxitos en el concurso!
Ambivalente es usted,Señor llamado «el interventor»,y hasta suena bastante ironico su comentario.Le da una puntuacion de 2.8 y le desea exitos al escritor!.
Pido que no borren este mensaje,no es justo que personajes como Pool,si puedan opinar libremente!
Para muchisimos lectores El regreso del Cuervo,es el preferido.
¡Cuánta pasión desbordada! ¡Qué defensa tan encendidas! Veamos… ¿Hay un huequecito para la ironía? ¿Y para la libertad de comentar? Esto es, simplemente, una forma de poder compartir nuestras fantasías, nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros sueños, nuestras miserias. Dejemos a un lado tiranteces y disfrutemos de los relatos. Mucha suerte, Noah.
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