Estas son las palabras que nunca te dije a través de mis labios. Quizá sí con la mirada, con mis silencios, con esa ingenua esperanza mía de que adivinaras la pretensión de mi alma por aferrarme a tu corazón de una manera definitiva. (más…)
Juan iba con prisa, pero el semáforo no cambiaba. Tamborileaba con ansiedad sobre el volante y a ratos daba golpes con la mano abierta, cada vez más fuertes, sobre su centro. Miró el reloj. (más…)
En «La quimera del oro» Carlitos
es más héroe que nunca,
porque no sucumbe a la fuerza de la naturaleza.
(Comentario periodístico sobre el film).
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La recia granizada cesó ya avanzada la noche. No sirvió para que Héctor pudiera lograr cerrar sus insomnes ojos. (más…)
–¿Cuánto habría de pagarte por la educación de mi hijo?
-Mil dracmas.
-¿Mil dracmas? ¡Por ese precio puedo comprar un esclavo!
–Hazlo y así tendrás dos: Aquel que compres y tu propio hijo.”
-… y a buen seguro que tu padre daría por bien empleado el dinero que anualmente me entregará para tu educación si, (más…)