Momento «BodiPlata». Por Brujapiruja


Hace un mes que estaba inmersa en los preparativos para celebrar nuestras bodas de plata. Con el único ánimo de reunir a la familia y amigos íntimos que nos han acompañado en esta travesía, organizamos una sencilla comida en torno a un arroz y una pequeña tarta. Pero pronunciar la palabra boda (aunque sea de plata y veinticinco años después), convoca toda una serie de fenómenos en torno a las tradiciones que nos han sorprendido gratamente. Por alguna extraña razón se han generado a nuestro alrededor un montón de afectos e ilusiones que lo han convertido en un día muy especial. Prácticamente no nos hemos ocupado de nada. Nuestros tíos y, además, padrinos de esta celebración, se encargaron de todo lo relativo a la preparación de la iglesia, flores, incluyendo alfombra roja de postín; nuestros hijos decidieron los trajes que mejor se acomodaban al evento, que incluía mi traje de novia y que, para poder lucir honrosamente, me obligó a un mes de dieta rigurosa.
Los amigos se encargaron de todo lo demás, la comida, la fiesta, el coche, el arroz y hasta querían hacer una despedida de solteros… ¡Que humor!
Mi mejor amiga, me vistió y maquilló con esmero y fue un momento especialmente emotivo, porque recordamos tantas y tantas circunstancias en los que ella ha sido fundamental en mi vida, en nuestra vida. Y nosotros dos nos mirábamos ilusionados, como si este nuevo ritual fuera algo desconocido y, ahora pensándolo bien, en cierto modo, así era. Sin darnos cuenta, nos vimos envueltos por la familia, incluso algunos llegados para la ocasión desde lejos, los amigos y un torbellino de besos, abrazos regalos, sonrisas cómplices, cariño y alegría. También una mirada al cielo, dónde nos esperan los que se fueron, nos hizo sentir una especial emoción.
Aún hoy, un mes después, ese conjuro mágico que invoca los mejores deseos de quienes te quieren, ejerce de bálsamo en nuestros corazones, tantas veces magullados por los avatares de la existencia, pero dispuestos a seguir juntos el camino de la vida, que sin duda, tiene momentos hermosos e inesperados, como este momento “Bodiplata”.
Brujapiruja

Marcar el enlace permanente.

2 comentarios

  1. Muchas felicidades Mar

  2. Como buen valenciano y tratandose de arroz, has dado de lleno en la diana de la amistad sincera que me brindas desde hace tiempo.
    Gracias Boscan,con estas teclas te mando un poquito de brisa marina entre la que se esconde un fuerte abrazo.
    🙂

No se admiten más comentarios