Marta, la lagarta. Por José Fernández Belmonte

Lo bueno de mi casa es que las mascotas me están saliendo gratis. A la comunidad de salamaquesas que tengo adoptadas, que capitanea Teresa, ahora se ha unido Marta, la lagarta, que vive a los pies de una falsa platanera y, de vez en cuando, pulula por el jardín en busca de algún insecto o bicharraco que llevarse a la boca.

Por las mañanas, bien temprano, gusta de tomar el sol sobre el suelo de piedra negra y, de ese modo, calienta su alargado cuerpecito de sangre fría. Al contrario de lo que pudiera parecer, no le asusta que me acerque a ella, sino todo lo contrario, cuando lo hago, sigiloso, ella posa y hace posturitas con premeditación y alevosía, modelando como si fuera una gran top model de la fauna mediterránea y estuviera buscando una exclusiva para la revista Zoo.

Para mejorar su confort, he colocado, tras la platanera, el tronco hueco de un viejo drago, para que le haga las veces de dormitorio y sala de estar. Marta esta muy contenta con su improvisada vivienda pero, sobre todo, por el hecho de no tener que pagar hipoteca ni alquiler.

Hace un par de días, se escapó, in extremis, de las garras y el pico de un joven cernícalo que le tiene muchas ganas y que no para de vigilarla. Yo creo que Marta, muy pronto, va a traer familia, ya que he visto merodeando por la parcela de al lado a un gran lagarto macho exhibiendo sus ocelos azules, verdosos y amarillos, como si fuera un pavo real.

Marta, con su delantalito blanco, come grillos, cucharachas, lombrices y, el otro día, la sorprendí zampándose un enorme ciempiés. Estoy muy contento, ya que, con Marta, me estoy ahorrando mucho dinero en insecticidas.

Mis mascotas se sienten muy a gusto en mi casa, quizás porque entran y salen cuando les da la gana y sin necesidad de pase pernocta. Ahora que le pongo algo de fruta a Marta, para balancear un poco su dieta, están viniendo algunos pájaros a comer. Uno de de ellos, está mirando el modo de anidar en la platanera. ¡Qué maravilla! Me siento feliz pensando en cuanto dinero me voy a ahorrar en alpiste. De seguir así mi pequeño jardín se va a convertir en una especie de Arca de Noé.


José Fernández Belmonte
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Un comentario

  1. Como la naturaleza sigue su curso si nosotros, en lugar de coartarla, la impulsamos…
    Bien por ti amigo, que respetas y compartes el espacio que les ha pertenecido mucho antes de que nosotros, los seres «pensantes» apareciéramos en este planeta…
    Excelente colaboración y aún mejor.. excelente actitud…

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