Mis miradas. Por Mar Solana

Mar Solana

Hay miradas ácidas, de limón sin aliñar, el alma pega un brinco cuando se encuentra con ellas…
Hay miradas de merengue, ojos que cansan y empachan si te pasas con la dosis…
Hay miradas vacías, visajes únicamente destinados a la supervivencia de su portador…
Hay miradas de complicidad, esa que otorga los silencios compartidos; un collar de gestos que no necesita engarzar palabras para lucirse…
Hay miradas como abismos, incapaces de comunicar nada a través de su espectral negrura…
Hay miradas de gelatina, blandas y escurridizas, imposible saber dónde van a posarse…
Hay miradas de pan recién hecho, cálidas y nutritivas, alimentan cada rincón del alma…
Hay miradas de esponja, si te descuidas te roban tu savia…
Hay miradas de almizcle, seductoras, sinuosas y profundas como un túnel, nunca sabes lo que vas a encontrar…
Hay miradas de arroz con leche, tiernas y tibias, capaces de tirar el muro que esconde la bondad del ánimo y de taladrar la compasión de las entrañas…
Hay miradas de pétalos de rosa y té caliente, capaces de encontrarte con la esperanza sin abatir…
Hay miradas de cristal, transparentes, eternas…
Hay miradas como la tuya, atenta, silenciosa y lectora… ¡Gracias por mirar mis palabras!


Mar Solana
Blog de la autora

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3 comentarios

  1. Gracias, Juan 😉 Afortunada soy yo de que un poeta de tu talla me diga cosas tan lindas… Ya sabes, las miradas nos cuentan muchas cosas…

    Un beso enOOOrme para ti.

  2. Las miradas son microrrelatos lanzados al aire que hay que saber capturar; t

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