Eres todo. Por Isidro R. Ayestarán
He sentido cómo la lluvia golpeaba mis ventanas, y creí que eras tú… He escuchado al silencio gritar nuestros nombres, y oí tu voz… He soñado tantas veces tu presencia que deseé no despertar jamás… He saboreado tus besos en nuestra alcoba y volví a creer en el amor. Eras todo lo que puse en lo alto de la cima, mi deseo y mi sombra, el fiel guardián de mis sentidos, la mirada cómplice de mi alma. Eras el dueño de las caricias que recorrían nuestros cuerpos desnudos, eras la brisa de la madrugada, todo aquello que me embriagaba… Ahora… Leer más