Caracol de redondas concavidades
Sonoro oleaje de mares imaginarios
Tiempo endurecido, ambarino
Caracol sumergido en el infinito
Abrazo espiralado de sirena
Aullante criatura de los siglos
Resplandor que tiembla con la luna
Sinrazón ondulante
Magnificencia invisible
Magia
de aguas salobres confundiéndose
en los calores urgentes de la noche
como ciudades míticas
olvidadas para siempre
en las mórbidas profundidades
del alma
azul magia, abrazo
de los años siempre presentes
de las corrientes arremolinadas
en un solo centro
Atrayente abismo para los osados
exploradores de la vida
donde estallan sus miembros
con la fuerza de sus metamorfosis
con la sabiduría de sus muertes
proclamando renacimientos
Sueño de navegante
llenos de leyendas sus ojos
y de estrellas su firmamento
allí, abrazado a su sirena
a su muerte
a su mar prolífico
de caracoles y olas
de amor y de galaxias
de vuelos
de siglos
de historia
allí, en una noche sin recorrer
aún con su razonamiento
se sueña esfera
perfecto círculo en el tiempo.
Cauces perdidos
ya sin límites en su florecer
Sonido vívido
de océanos enardecidos
en tu sexo
en el mío.
94- Océano para dos. Por Lore Sandoval,
Lore Sandoval, destaco:
«Abrazo espiralado de sirena
Aullante criatura de los siglos
Resplandor que tiembla con la luna»
El Ingeniero
¡Qué bonito mar! A veces humano, a veces divino. Felicidades. Un saludo y suerte.
Poema bien logrado con bellas figuras. Suerte.
Siempre el mar la buena musa. Me ha gustado el sabor yodado de tu poema. Me ha gustado navegar acompañado. Versos libres bajo una rienda segura. Uno intuye la elección estética de tus versos. Mucha suerte en el certamen.
Agradezco tu buena intuición, Engranaje. el mar está siempre dentro de todos mis momentos, los más fulgurantes y los más oscuros… no puede ser de otra manera.
Sin duda un poema con oficio,con intensidad,un lenguaje poético en donde navegan felices figuras literarias.Bien por Lore.
Gracias Aconcagua, trato de sumergirme siempre en mi océano Pacífico que me falta desde hace cinco años