29- Unidad y separación. Por Isaac Bosch

Anda viendo a las palomas. Los vuelos aletargados de éstas lo ponen nostálgico. ¡Es tan bello! Tiene una piel morena y un porte puramente andalusí…

            Ayer tuvo una desilusión amorosa. Su querida, una jovencita muy bella pero demasiado zaina, le dijo que lo suyo, es decir, lo de él y lo de ella, no podía ser. Él regresó a casa y leyó un poema de Ibn Arabí que dice “el amor es mi credo…”

            Hoy está seguro de que no ha cambiado. Su querida ya no aparece en su futuro, y sus ilusiones han quedado en un pasado remoto. No obstante, no ha cambiado. Sigue siendo quien una vez fue. No pudo ser con alguien más pero es quien es por él mismo, gracias al Señor; él es la Unidad que Ibn Arabí señaló con la habilidad de su escritura.

            Se queda reflexivo, más que de costumbre. Las palomas le vienen dando igual. Se ve como un lechuguino cuando piensa. La Unidad. Él es la Unidad con el Señor y, al final, su querida también lo es. Él, entonces, es Uno con su querida, aunque ella no lo reconozca. Ella no puede escapársele. Ambos están en el mismo universo. Coexisten; más aún, comparten existencia.

            Tranquilo, va a su casa. Se ve más guapo cuando no se siente solo…

Un comentario:

  1. Una buena manera de enfocar un desengaño amoroso. Sabiemante con las enseñanzas que ayudan en la vida cotidiana. Muy buen texto.
    Enhorabuena.

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