Por supuesto que no fue de ahí, Fue parte de su lengua.
Hermoso, extraño cuento narrado con elegancia, con la elegancia que se describe de aquellos lugares. felicidades Indala, me gustó mucho tu cuento.
No en vano llamaban Shylock a Gaetani. He recordado la ambientación de «El padrino» y a la muda Viola en la Coppelia de «El hombre de arena» de Hoffman. Suerte.
Es una buena narración, sin duda original aunque deudora de algunos clásicos, que tal vez flojea en coherencia, sobre todo en la parte de su desembarco en la mansión y el acceso de Guido sin grandes cortapisas (a pesar de las circunstancias de castillo inexpugnable de señor feudal al que solo le faltan los cocodrilos y el aceite hirviendo) a la hija del tal señor de tierras, bienes y gentes.
Me llama la atención el feliz desenlace tras una elipsis de libro.
También me llama la atención el comentario de Hóskar. Impagable, compañero. Pero ésa es otra historia.
Pues la verdad es que ha sido un cuento muy entretenido y escrito con pulcritud. Quizás las ambientaciones no sean las más orginales del mundo, pero se lee muy bien y deja un buen sabor de boca (¿he dicho boca? ¡Huy, qué peligro!).
Te dejo mi voto, te deseo suerte en el concurso, y, si quieres, te espero en mi relato, el 181 y me dices si te gusta. Allí también se cortan cosas.
Si tuvieron tres hijos y no habla, es fácil adivinar de donde no le quitaron los tres centímetros…
Mucha suerte.
Por supuesto que no fue de ahí, Fue parte de su lengua.
Hermoso, extraño cuento narrado con elegancia, con la elegancia que se describe de aquellos lugares. felicidades Indala, me gustó mucho tu cuento.
No está mal la historia. Un cuento bastante aceptable y contado con agilidad…
Suerte.
Por cierto, se me olvidó comentarle algo… ¿Le impresionó favorablemente «El mercader de Venecia», no?
No en vano llamaban Shylock a Gaetani. He recordado la ambientación de «El padrino» y a la muda Viola en la Coppelia de «El hombre de arena» de Hoffman. Suerte.
Es una buena narración, sin duda original aunque deudora de algunos clásicos, que tal vez flojea en coherencia, sobre todo en la parte de su desembarco en la mansión y el acceso de Guido sin grandes cortapisas (a pesar de las circunstancias de castillo inexpugnable de señor feudal al que solo le faltan los cocodrilos y el aceite hirviendo) a la hija del tal señor de tierras, bienes y gentes.
Me llama la atención el feliz desenlace tras una elipsis de libro.
También me llama la atención el comentario de Hóskar. Impagable, compañero. Pero ésa es otra historia.
Pues la verdad es que ha sido un cuento muy entretenido y escrito con pulcritud. Quizás las ambientaciones no sean las más orginales del mundo, pero se lee muy bien y deja un buen sabor de boca (¿he dicho boca? ¡Huy, qué peligro!).
Te dejo mi voto, te deseo suerte en el concurso, y, si quieres, te espero en mi relato, el 181 y me dices si te gusta. Allí también se cortan cosas.
Un saludo.
Buena historia, imaginativa desdeluego 🙂
Saludos y suerte.