- 7 Certamen de Narrativa Breve 2010 - https://www.canal-literatura.com/7certamen -

142- La casa vieja. Por Rejum

  ¡Cuántos recuerdos se agolpan en mi mente! El lugar donde transcurrió mi niñez, donde compartí vivencias con mi familia, donde fui feliz.

     La casa grande tenía una típica puerta gigantesca de buena madera labrada, un zaguán con escalones de mármol. Más adelante la cancel con vidrios esmerilados con firuletes de oro y las iniciales FG, con la misma letra que se usaba para bordar las sábanas de hilo. A ambos lados del zaguán había dos puertas, cada una conducía a un dormitorio; los dormitorios tenían pisos de  tablas de madera.

     Atravesando la cancel se veía el living que antiguamente había sido un patio abierto y posteriormente lo cerraron con una claraboya enorme, corrediza. Del living se pasaba al gran comedor que había recibido a tanta gente, especialmente en los cumpleaños.

     A excepción de los dos dormitorios que daban a la calle, con grandes ventanas con balcón, los demás eran ciegos y estaban ubicados uno a continuación del otro, a la derecha de un corredor, como en las estancias de antaño. Todas las habitaciones tenían techo de bovedilla.

     Un baño enorme había sido dividido para que no fuera tan frío, la parte anterior servía de vestidor o toilette, donde las mujeres se arreglaban, se peinaban o maquillaban. La parte posterior era el baño propiamente dicho; lo que se destacaba era la antigua bañera de hierro fundido, enlozada,  estaba separada de la pared y tenía apoyos simulando las patas de un león.

     Al fondo, el comedor de diario, ahora con un cerramiento de vidrios de colores, antiguamente había estado abierto. Lo que resaltaba era un aljibe, rastro de un pasado lejano cuando se sacaba agua con un balde. La cocina, antigua, incómoda, con una mesada chica, antes había conocido una cocina a leña.

     Lo que tengo grabado en mis recuerdos es un sótano que abarcaba algo así como la mitad de la casa. Dicen que se usaba para guardar vino, pero hubiera podido servir de escondite en alguna guerra. Se cuenta de una mujer, la Sra. Castelar, recluida durante muchos años por padecer de una enfermedad mental; su familia no quería mostrarla y la dieron por muerta.

     Se habla también de un fantasma que vivía ahí y deambulaba por la casona. Era el fantasma de una tal señora Molina que murió escaldada cuando una empleada volcó una olla de agua hirviendo sobre su cuerpo.

     A veces siento las quemaduras en mi piel, otras, el olor a humedad y a encierro del sótano. ¿Seré la reencarnación de la Sra. Molina, o de la Sra. Castelar?  La felicidad de mi niñez se esfumó. Ahora convivo con los recuerdos desagradables de ese pasado tan trágico.