Siempre quedarán los animales para dejarse disfrazar de personajes humanos y darnos una lección. Muy buena prosa: creo que llevas escritos un buen puñado de textos antes que éste. Te irá bien.
Siguiendo la estela de luz, entre la niebla… siempre. En un determinado momento, la poesía se hace palabra y se presenta, brillante. No siempre sucede, y cuando ocurre, es la alegría. Pero se da en las alturas, entre la niebla, lejos de los hombres y sus mendacidades. ¿Por ello brillará menos? Nunca: aunque no se quiera ver, está. Feliz de encontrar luz, y cómo.
“……El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero….”
Y, si, la ciudad, nos hemos acostumbrado a tanto relato sórdido, que cuando encontramos algo más, no sabemos qué hacer con ello.
Me río tanto encontrando comentarios por las nubes de obviedades, que no deja de sorprenderme lo crítico que nos ponemos cuando encontramos algo sugerente, lleno de poesía y que da para más…
Muerte, amor, esperanza… Son temas que merece la pena tratar. Cuando además se hace de forma sutil y estética, despojándolos de elementos superfluos, el resultado es brillante. Por eso me gusta «Los últimos lobos».
He notado el bosque y sus olores, he sido loba unos segundos y me he sentido frustrado ante los depredadores humanos. Si eres capaz de transmitir sensaciones, en mi opinión, cumples como escritora. Enhorabuena
Siempre quedarán los animales para dejarse disfrazar de personajes humanos y darnos una lección. Muy buena prosa: creo que llevas escritos un buen puñado de textos antes que éste. Te irá bien.
Siguiendo la estela de luz, entre la niebla… siempre. En un determinado momento, la poesía se hace palabra y se presenta, brillante. No siempre sucede, y cuando ocurre, es la alegría. Pero se da en las alturas, entre la niebla, lejos de los hombres y sus mendacidades. ¿Por ello brillará menos? Nunca: aunque no se quiera ver, está. Feliz de encontrar luz, y cómo.
Los motivos del lobo
“……El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero….”
Rubén Darío.
Recibe mi afecto: Abeja.
Una aceptable descripción y un final colocado a «machamartillo» intentando lograr un relato coherente y cerrado… Nada más.
Buen relato, bien escrito, el último párrafo se me hace innecesario. suerte
Y, si, la ciudad, nos hemos acostumbrado a tanto relato sórdido, que cuando encontramos algo más, no sabemos qué hacer con ello.
Me río tanto encontrando comentarios por las nubes de obviedades, que no deja de sorprenderme lo crítico que nos ponemos cuando encontramos algo sugerente, lleno de poesía y que da para más…
Evidentemente vivimos una época oscura.
Muerte, amor, esperanza… Son temas que merece la pena tratar. Cuando además se hace de forma sutil y estética, despojándolos de elementos superfluos, el resultado es brillante. Por eso me gusta «Los últimos lobos».
Enhorabuena
He notado el bosque y sus olores, he sido loba unos segundos y me he sentido frustrado ante los depredadores humanos. Si eres capaz de transmitir sensaciones, en mi opinión, cumples como escritora. Enhorabuena
Huele, en efecto, a bosque, a noche, a humedad, a soledad compartida…
Mucha suerte.