
Un fatídico día, mientras caminaba tranquilamente flanqueado por los robustos árboles de cedro sobre los corredores de adoquín rojizo hacia la facultad de filosofía y letras, (más…)
Hoy no ha tocado el despertador, maldita luz, se va cada dos por tres. Hoy llegaré tarde, como siempre, toque o no toque ese ojo con agujas que me vigila cada mañana, como si yo fuera tonta. (más…)
Entré entusiasmado para gozar de mi primer espectáculo circense como todos aquellos chavalos sonrientes y bulliciosos. (más…)
Ya había anochecido en Sakhara. Una luna llena enorme se colaba entre la silueta de las tres pirámides en Gizeh, deteniéndose sobre Mikerinos como para conmemorar aún más la muerte del faraón. (más…)
Eran tiempos donde ya nada era igual, con aire austero y sombrío, donde ya no existía espacio para soñar. (más…)