Podía sentir como fluía, a borbotones rítmicos, tratando de entibiar en un esfuerzo consolador, lo que ya estaba frío por dentro, pequeños riachos incipientes despuntaban de cada golpe, la gran máquina se estaba quedando sin combustible para bombear, pues el que salía, no tenía retorno posible. (más…)
Subió a la azotea y tocó a Raúl. “Pss, despiértate”. (más…)
Todo empezó cuando Elsa tenía dieciséis años. Provenía de una familia humilde que no ganaba para derroches. (más…)
A sus 4 años, Dago se había acostumbrado a mirar a los mayores de abajo hacia arriba. Sobre todo los gestos de los mayores. (más…)
Ella estuvo hablando sin parar durante un buen rato. (más…)