El poeta de la vida.

por Haddass

Hace más de un año que Isidro R.Ayesteran escribe en nuestro Blog de forma asidua, nos envía poemas, microtextos, relatos, y video relatos. Una producción estimable de gran calidad técnica con la que nos encontramos de forma habitual al abrir las páginas de esta web. Algunos  lectores lo consideran polémico, triste y melancólico, mostrándonos un mundo a veces fatalista y sórdido desde una perspectiva poética.

La mayoría piensan que es un personaje creado para esta función, pero nadie sabe exactamente quien es en realidad el autor de estos textos.

Nosotros hemos querido acercarnos a la persona que está detrás de esas historias, al Isidro cotidiano que podemos encontrarnos dando un paseo por la ciudad y mostraros las respuestas del Poeta de la vida, como a él le gusta llamarse.

Isidro R. Ayesterán
 

¿Quién es Isidro R. Ayesterán?

 

 Siempre me he definido como un poeta de la vida, un mero espectador de todo este embrollo en el que navegamos sin saber muy bien a qué puerto llegar. Como autor poético, un hilvanador de versos con aroma a historias de amor que terminan mal; como espectador (sin palomitas de maíz), un testigo sin mordaza alguna para denunciar públicamente las injusticias que se cometen a diario en todo el mundo.

 

¿Cómo conoció la web  Canal-Literatura?

 

Había oído hablar muy bien de ella, dándose la casualidad de que la hermana de una mis musas escribe en el Canal. Cuando nació mi blog NOCTURNOS, fue ella quien me animó a enviar mis textos para darme a conocer entre un sector más especializado. Además de darme la oportunidad de que la gente lea mis versos, el Canal me hace partícipe de un montón de certámenes y novedades literarias verdaderamente interesantes. Sinceramente, esta web ha sido uno de mis mejores descubrimientos.

 

¿Qué le impulsa a escribir y a leer?

 

Ya nací con esa ansia a escribir, a plasmar mi visión del mundo en una hoja en blanco… Desde que era niño, con mis pequeños relatos de misterio y suspense (que aún conservo como oro en paño), e influenciados por las películas de Hitchcock, que me encantaban, ya notaba el camino que retomaría con los años, cuando ya siendo adolescente, volví a la escritura para contar mis cosas y la de mi gente. Y desde entonces no he parado.

Como lector “devora-libros”, lo que me impulsa es el adentrarme en otros mundos, otras formas de narrar y contar historias… La última, la del ratoncito Firmin, esa pequeña obra maestra de Sam Savage que recomiendo a todo el mundo, especialmente a los que amamos la literatura por encima de otras muchas cosas.

 

Escribe narrativa y poesía ¿qué determina, en su caso,  la forma de expresarse?   

 

La poesía envuelve toda mi obra. Hasta cuando escribo prosa, ese grado de sensibilidad lo transmito de manera poética. Es como el cine de John Ford. Uno espera una típica película del Oeste, y de repente se encuentra con un primer plano de John Wayne, en silencio, con la mirada perdida, adentrándose en su propio mundo interior… Eso es poesía. El describir todo un universo a través de una mirada propia. Y esa, precisamente, es mi manera de transmitir al lector (y espectador de mis montajes audiovisuales) toda mi obra.

 

Tiene una producción audiovisual interesante. ¿Dedica mucho tiempo a este apartado? ¿Qué busca trasmitir en estos videos?  

 

La idea de los montajes con fotografías e imágenes surgió casi por casualidad las pasadas navidades, en un empeño por llegar al máximo número de gente y sacar más provecho a las fotografías que había realizado para ilustrar mis poemas. Al principio eran unas presentaciones con el trabajo que ya se había visto en mi blog NOCTURNOS, pero echando mano de mi interés y amor por el buen cine, y recordando mis tiempos de escritor de guiones cinematográficos, pronto surgió la posibilidad de sacarme esa “espinita” pendiente y lanzarme a realizar historias con un guión propio, como si de fotonovelas o cortometrajes se tratara. “El vals de los muñecos de trapo” inauguró esta nueva etapa, que es la que más gusta a los lectores y espectadores que siguen mi obra, ya que a partir de ese montaje, comenzó a aparecer gente que me pedía salir en mi obra sin importarle el guión o lo que les pidiera. De esta manera, he conseguido un equipo de treinta personas a las que estudio en profundidad, analizando las posibilidades de cada uno a la hora de afrontar un nuevo personaje, ya que, por ejemplo, la protagonista de “La princesa del recuerdo” sería incapaz de encarnar a la madre solitaria de “Cantos de cisne”, o el joven de “Tiovivo nocturno” al Angel Blanco de mi último y más comprometido trabajo, “El lugar donde ya no se pone el sol”.

A la hora de realizar un nuevo montaje, lo que busco es despertar ese grado de sensibilidad que parece dormida en la sociedad de hoy día, hacer llegar a la gente mi visión del mundo con todo lo bueno y también todo lo negativo que hay en él. Pero sobre todo, especialmente con “La partida de ajedrez” o “Por un mundo mejor”, poner las cartas sobre la mesa, posicionándome a favor del ser humano y denunciando todo aquello que me parece despreciable y aberrante, como las guerras, el hambre y las tremendas injusticias que se cometen con los más débiles y desfavorecidos, únicamente porque viven y existen en partes del mundo donde no hay oportunidades para la sonrisa o la paz.

El lugar donde ya no se pone el sol”, de próximo estreno, es un homenaje a todos los homosexuales ejecutados por sus gobiernos en cualquier rincón del mundo, más concretamente en Irán. ¿Cómo puede el amor estar reglado o condicionado por el mundo de la política o la religión? Este es un tema que me desconcierta a no poder más, y de ahí la imperiosa necesidad de denunciarlo sin importarme el qué dirán. De hecho, un fanático religioso de Estados Unidos, al ver mi obra, me envió un mensaje que decidí hacer público a modo de denuncia: “en el nombre de Dios, y por el significado de tu obra, te condeno a la lava eterna”. Lamentable.

 

¿Qué ofrece en sus conciertos en directo… y  ¿que recibe?       

 

 Ahí es donde verdaderamente disfruto, cuando exploto la vena artística al cien por cien, encarnando a mi alter ego, el Maestro de Ceremonias, y recreando todos mis poemas como si de una representación teatral se tratara.

Tenía muy claro desde un principio que no quería hacer recitales de poesía al uso, que NOCTURNOS debía ser una reinvención de mis versos a modo de guiño cómplice con quien lo presencia, un monólogo teatralizado en vez de ver a un poeta sentado en un sillón y leyendo su trabajo literario.

Si el primer recital, en el “Mil rosas” de Santander, fue la prueba de fuego con mi vena más comprometida, recitando a la luz de las velas y con una enorme pantalla donde se proyectaban fotografías en función del tono de cada poema, en el Café el Boliche fue la fusión con el público, improvisando continuamente bajo mi chistera y junto a mi bastón, aditamentos tan necesarios como el tener una buena voz en ese momento.

 

Sus textos  trasmiten una sensación a veces angustiosa, fatalista, de denuncia e incomprensión social. ¿Tienen  esos textos necesariamente   que ver con el autor? ¿Es sólo una forma de expresar una realidad   circundante? ¿Quizá ambas cosas o ninguna?

 

         Mucha gente me ha preguntado si soy tan pesimista o negativo como reflejo en mi trabajo. Pues bien, aunque todos los autores literarios (o los aficionados a escribir, que para el caso es lo mismo) echamos mano de nuestra realidad y nuestra circunstancia para plasmarla en un folio en blanco, y a pesar de la inevitable mirada a nuestras angustias y nuestra propia soledad para recrearlas, ya sea en verso o en prosa, he de confesar que no soy tan fatalista como parece que aparento. Es cierto que he recreado en más de una ocasión la tristeza del desamor (mío o no), pero casi toda mi obra está escrita desde el punto de vista de un personaje inventado, al que modelo según el tono que quiero recrear en cada trabajo.

 

¿Cree que en la actualidad hay oportunidades para la reflexión? ¿Se enseña a pensar?

        

 

 Lamentablemente no. La sociedad está tan encauzada en el mundo del consumo rápido, tan mediatizada por el marketing y el producto de “usar y tirar”, que apenas se piensa en el contenido, tan sólo en el continente. Si la gente se detuviera un solo instante para reflexionar por sí misma, haciendo caso omiso a habladurías o comentarios televisados, este mundo nuestro iría por mejor camino. Estamos tan acostumbrados a dejarnos llevar por el porcentaje y lo que hace la mayoría, que el no hacerlo parece que nos convierte en seres marginados. La gente tiene tanto miedo a estar sola, que se aferra a naderías. Y no debería ser así.

Afortunadamente, siempre hay dos o tres que abofetean con sensatez a la sociedad dormida. En esos hay que fijarse.

 

¿Qué cree usted  que aporta al individuo  el dominio del lenguaje y la dialéctica? ¿Es esto importante para  escribir bien?

 

         Más que dominar el lenguaje y todo su complejo mundo, pienso que lo que hay que conseguir es transmitir algo al lector, saber llegar a sus sentimientos más dormidos. La técnica está muy bien, el empleo de la gramática y el saber construir frases es fundamental. Pero el blanco en la diana no se alcanza sólo con eso. Hay un “algo más” que muy pocos poseen y que no se enseña en ningún taller de literatura. Hay mucha nadería disfrazada de gran novela (“El código Da Vinci” es un claro ejemplo de cómo el ruido supera a la historia) que, sin embargo, llega y conecta con el público. Pero yo no voy por ese camino. El buscar y encontrar ese “algo más” es mi quimera. Soy consciente de que cometo fallos, que mi impulsividad es demasiado atroz en muchos casos y que esos mal llamados “puristas” se engordan a costa de gente como yo… pero para escribir bien no hace falta técnica, como he dicho antes. Hace falta querer contar algo y que el lector se dé cuenta de ello.

 

 

¿Transmitir  sensaciones al lector es el gran reto? ¿O es algo más?        

 

En mi caso no lo tomo como reto, sino como ya he dicho anteriormente, como una necesidad. Aparte existe el reflejo de uno mismo, por lo que la disparidad de sensaciones no tiene límites. La angustia de un desamor, la herida de la soledad, el bienestar de unos abrazos reconfortantes… Un sinfín de sensaciones que, a través de la hoja en blanco o la pantalla del ordenador, están esperando para llegar a lo más hondo de quien lo lee o presencia.

¿Cómo es el proceso creativo de Isidro R. Ayestarán?

 

         Es francamente complejo. Siempre escribo con música, que me acompaña y envuelve a la hora de plasmar un verso, una estrofa, una imagen en uno de mis montajes… Y siempre en la más absoluta soledad. Como estoy haciendo con esta entrevista. Según la música, escribo de una manera o de otra, con un tono más áspero o más cordial conmigo mismo o la gente que me rodea a diario.

Hay veces en que tengo muy claro el tipo de historia que quiero realizar, como fue el caso de “El sueño de las musas”, por lo que elegí músicas apropiadas con el tono oscuro y apocalíptico de la historia, que me ayudaron a diseñar las imágenes de los protagonistas, los encuadres y el modo de recrearlas. Otras veces, tras una discusión con una amiga, una pareja o la familia, la música que empleo son, precisamente, esos momentos de angustia personal que, inexorablemente me llevan a escribir.

         De todas formas, siempre he sostenido la idea de que escribir (en nuestro caso) o crear cualquier obra (en cualquiera de las áreas de la cultura), es el instrumento que los autores empleamos para exorcizar nuestros demonios internos, o por lo menos, calmarlos aunque sea levemente.

 

¿Qué le apasiona?

Aparte de la escritura, me apasiona vivir el momento con mi gente, aprisionar cada detalle, cada mirada, cada sonrisa, cada gesto con los amigos, la familia, con aquellos con los que entablo conversaciones hasta altas horas de la madrugada… De todo ello siempre saco una idea, una lucecita que se enciende, una chispa certera y adecuada que me permite recrearla, más tarde, para compartirla con mis lectores.

         Viajar es otra de mis pasiones; conocer gentes nuevas, culturas distintas, ciudades y rincones llenos de magia que me atrapan para no soltarme jamás, como fue el caso de Roma, una ciudad que me tiene absolutamente enganchado, hasta el punto de que me inspiró una novela hace cuatro años, y en la cual sigo trabajando después de cada viaje que hago a esa maravillosa Ciudad Eterna.

 

 ¿Qué le entristece?

 

Todo aquello que denuncio sin límites en mi obra: la incomprensión de mucha gente, los fanatismos de otras, la falta de libertad a la hora de expresar una idea o un pensamiento, los ghettos en los que se encierra mucha gente por miedo a ser señalados o ninguneados… Me amarga el silencio de la sociedad ante tremendas injusticias; me asquea el mundo de la política, que defiende sus intereses por encima de sus representados…

         Pero lo verdaderamente triste, es el silencio al que viven condenados todos aquellos que sufren la estupidez y la soberbia de los que se acomodan en un plano superior. Esa  impotencia de no poder abrir la boca para poder expresarse o quejarse.

         De ahí que en mis recitales, siempre comienzo con la siguiente frase: “mis versos van dedicados a los que no tienen voz en el mundo”.

 ¿A qué dedica su tiempo libre?  

   El cine es mi verdadera pasión, junto a la lectura y los grandes paseos por la ciudad.

Cine siempre en versión original, revisitando una y otra vez los clásicos que me apasionan, para disfrutar de las auténticas voces de mis mitos: la Dietrich, Bette Davis, Joan Crawford…

Las lecturas maravillosas de Gala, del difunto Moix (ni sé las veces que me he leído “El arpista ciego”), volver a Cela y, sobre todo, esos autores desconocidos que siempre guardan maravillosas sorpresas entre sus páginas.

Y los paseos, interminables travesías por rincones perdidos de mi Santander o de cualquier ciudad que visite, siempre acompañado de mi cámara de fotos a la caza de una instantánea inspiradora para escribir sobre ella.

¿Qué espera conseguir en el mundo literario?

Llevo mucho tiempo presentándome a concursos, certámenes, entregando mis originales en editoriales, productoras… Sé que no tardará en llegar el día en que alguien se fije en mis escritos y se puedan adquirir de la manera en que fueron pensados: para leerse en letra impresa.

 De momento, me llena de orgullo el saber que la gente que se conecta a mi blog, me lee y me comenta. Que no es poco.

Personalmente ¿A qué aspira, qué ambiciona?

 

Me encantaría dedicarme en exclusiva a la literatura, a continuar con mis recitales teatralizados, sacarlos de Santander y pasearlos por toda la geografía, a toda esa gente que me sigue, ya sea a través de Canal Literatura, o a los que leen mi blog. Me fascinaría llevar a buen puerto aquellas historias que escribí para el cine, ver en la pantalla a los personajes que creé para tal ocasión… Esa es mi gran ambición. Y mientras llega el momento (de llegar), seguir escribiendo y conocer a gente que me para por la calle o en los locales de copas para, amablemente, ofrecerse como modelo para mis fotografías.

   ¿Por qué publica en nuestra web?

 

Esta pregunta va relacionada con otra anterior.  Publico en Canal Literatura para llegar a un cierto tipo de gente al que no llega mi blog NOCTURNOS o no se adentra en You Tube, donde aparece gran parte de mi obra. Y lo hago encantado, siendo conocedor de ese grado técnico que poseen quienes son habituales de esta web. Además, con la posibilidad de participar en certámenes, como el de Narrativa Breve o el de Poemas sin rostro, me da la oportunidad de conocer el trabajo de otros que, como yo, aspiramos a mucho en el duro mundo de la Literatura.

 ¿Sabe que tiene muchos admiradores?    

 Me consta que mucha gente me sigue, para bien o para mal. Es decir, tengo un sector crítico con cualquier cosa que escribo o filmo, y que aguardan el momento en que saco algo nuevo para denostarlo. Afortunadamente, las más de 50.000 visitas que tiene NOCTURNOS entre la versión blog y el canal You Tube, me dan las alegrías necesarias para no tirar la toalla y seguir escribiendo sin olvidarme de mi estilo y mi visión del mundo.

         Una de las cosas más gratificantes de los últimos días, fue un comentario que me hizo un chico desde México tras presenciar mi trabajo “Una historia de dos”, diciéndome que a partir de haber visto mi vídeo, amaba y comprendía más a su pareja, dándole las gracias a Dios por la creatividad que me había dado. Sinceramente fue un comentario emocionante, que me mantuvo sin palabras durante los días siguientes a su lectura.

         Eso es lo verdaderamente importante. Saber que aunque sólo sea una persona quien te siga, has conseguido llegar con tu trabajo a lo más hondo de su corazón.

¿Ha publicado libros?

 

 De momento, lo más parecido a una publicación son mis colaboraciones con la Asociación Cultural Absenta, un grupo de poetas jóvenes, con ganas de dar a conocer al mundo nuestra visión de las cosas, plasmándolas en forma de poema. Nos movemos mediante subvenciones, y hasta la fecha se han conseguido sacar al mercado tres números. Es un buen principio… para lo que pueda venir.

Un mensaje a los usuarios de Canal Literatura

 

Simplemente quisiera darles las gracias a todos aquellos que se detienen en alguno de mis trabajos y que los comentan, para bien o para mal.  Ya el simple hecho de dedicarme unos minutos, es un logro para que el que no tengo palabras suficientes de agradecimiento.

Lo que quiera añadir.

        

Me gustaría terminar esta entrevista explicando un poco cómo es NOCTURNOS, la obra que voy desgranando poco a poco en esta web, y que no es sino el compendio de todas esas constantes que se fueron dando en las obras literarias y cinematográficas que dormían en el fondo de un cajón de mi habitación: el amor y su constante búsqueda (aunque al final es algo que se encuentra), el deseo de sentirse acompañado en un mundo a prior hostil, la soledad de los marginados y el destierro al que se someten aquellos que han perdido la batalla de los sentimientos, son los verdaderos ingredientes de los versos que acompañan a las imágenes protagonizadas por gente maravillosa que, sin inconveniente alguno, sin pedirme explicaciones sobre a lo que se exponían, han posado para mí con la generosidad y el amor que yo también les dedico a cada instante.

NOCTURNOS está dedicado a todos los enamorados hambrientos de amor, a los que lloran amores perdidos y a los que mueren por culpa del abandono. Mis versos y mis textos van dirigidos a los sentimientos más ocultos; mis imágenes, a las sensibilidades más amordazadas.

Todo mi universo literario va para los que no gozan de libertad en el mundo que nos rodea, a los que sufren ocultos por no poder pregonar su manera de sentir y de amar, y para todos aquellos que son exterminados por no seguir las reglas establecidas.

 
                                © Asociación Canal Literatura 2008