ANTÍSTENES

Leer relato  123- Los días del perdedor. Por Antístenes

La definición de Arponero ( otro comentarista claro y certero) sobre  Antístenes es :"Autor de palabras de difícil digestión para el que las recibe pero, gústenos o no, escritas con sinceridad (descarnada) y, normalmente, con precisión (hiriente). Aunque mi manera de ser me acerca más al estilo crítico de Luc, moderado y constructivo, no puedo dejar de reconocer que coincido, en el fondo, con el noventa y cinco por ciento de lo que dice Antístenes… aunque se pase en sus términos."

Es importante, a nuestro entender, conocer a las personas después de que nos dejen una parte de si mismos a través de sus muchos comentarios (284), por eso hemos querido acercarnos un poquito más a Antonio Luis Vera y preguntarle directamente.

Como veréis en los enlaces también ha hecho comentarios elogiosos.

https://www.canal-literatura.com/7certamen/?p=684&cpage=1#comment-2591

https://www.canal-literatura.com/7certamen/?p=894&cpage=1#comment-3030

https://www.canal-literatura.com/7certamen/?p=876&cpage=1#comment-3021

Antonio Luis Vera

• ¿Quién es Antístenes?

Supongo que la pregunta va dirigida a conocer la persona que está tras el seudónimo, así que la respuesta es simple, alguien llamado Antonio Luis Vera y que ya cuenta con cincuenta y cuatro años gastados de su haber existencial.

·         ¿Cómo conoció este certamen?

Ya tuve referencias de él el año pasado, en el que, por cierto, participé... También con poco éxito, evidentemente…

• ¿Por qué decidió concursar?

En principio por los premios, claro; aunque también me influyó la curiosidad, esa “honrilla” que te lleva a desear comprobar si eres capaz de mejorar tu resultado anterior.

• ¿Qué relación tiene con Internet?

La de simple usuario.

      ·  ¿Tiene algún porqué ese seudónimo?

Pues sí, y doble. Primeramente es un reconocimiento tardío por mi parte al pobre “Antístenes”, dado que me molesta (livianamente, nada obsesivo) la tergiversación que se ha hecho de su escuela filosófica y del significado del término “cinismo”, cuando, según mis datos, sólo pretendían la búsqueda de la verdad (algo ciertamente de panolis, lo reconozco). Y, en segundo lugar, porque es el seudónimo que utilicé la primera vez que conseguí un premio moderadamente importante.

·         Ha  visitado todos los relatos participantes. ¿Por qué decidió leerlos todos? ¿O fue algo que surgió poco a poco?

En principio leí unos cuantos para decidir qué trabajo enviaba. Posteriormente, y tras comprobar los comentarios que se dejaban por los participantes, opté por intentar leerlos todos, para calibrar el valor de mi propio trabajo, por un lado, y ver si descubría algunos lo suficientemente buenos para aprender algo de ellos.

• ¿Es consciente de que sus comentarios han sido polémicos?

Por supuesto. Una opinión sobre nuestro trabajo, que no coincida con la apreciación subjetiva que tengamos de él, o que no exprese los parabienes que creemos merecer o esperamos recibir, suele escocer.

·         ¿Por qué ese tono que se ha percibido mayoritariamente como displicente?

Creo que esta pregunta se contesta con la respuesta anterior, pero, puntualizando un poco más, creo que la mayoría de las personas que enviaron sus trabajos esperaban comentarios tipo “cóctel de embajada”, es decir edulcoradas, diplomáticas en el peor sentido de la palabra. Si alguien rompe esa norma, procurando expresar escuetamente su opinión sobre el valor de su trabajo o los errores que encierra, es lógico que fastidie… Y más aún si sus comentarios llevan un poco de ironía, claro… En todo caso me gustaría señalar que he sido jurado de algún premio literario que otro, y mis opiniones no fueron motivadas por un afán de fastidiar al prójimo o considerando mis gustos literarios personales, aunque, evidentemente, sea imposible deshacerse de ellos del todo. Ciertamente me planteé opinar sobre los trabajos con toda la objetividad que me fuese posible según mis conocimientos y, por supuesto, sin caer en la cortesía ramplona y condescendiente que jamás ayuda a alguien a mejorar sus escritos...

• ¿Qué ha sentido ante los comentarios a su relato?

Pues me han divertido bastante y, al mismo tiempo, algunos, los centrados sobre las posibles faltas de mi trabajo, me han hecho reflexionar sobre la razón que pudiesen tener.

• ¿Para qué cree que sirven este tipo de certámenes?

Opino que son positivos para motivar a las personas aficionadas a escribir y que no hemos tenido o tenemos oportunidad, tiempo o ganas de pertenecer a ese llamado “mundillo literario estandarizado”, pero que, por otra parte, deseamos que nuestro trabajo (sin entrar a valorar su calidad, claro) no quede sólo para leérselo a familiares y amigos (a los que, en el fondo, suele importarle una higa nuestra “literatura”) cogidos por sorpresa o en un cajón. Si al mismo tiempo se reconoce nuestro esfuerzo con algo de dinerillo, pues miel sobre hojuelas…

• ¿Qué le impulsa a escribir y a leer?

Creo que la pregunta tiene los términos mal ordenados, al menos en mi caso. Mi afición por la literatura empieza desde niño, favorecida por mis padres, que me enseñaron el valor de los libros. La escritura llega a mi vida bastante más tardíamente, ya con treinta años y de forma anecdótica. La compra de un nuevo ordenador, y el aburrimiento que me producía el programa de digitalización para un tecleo correcto, me llevaron a practicar escribiendo una historieta que se me ocurrió. Mi ex mujer la presentó a un certamen sin mi conocimiento y, ¡sorpresa!, me concedieron el tercer premio. A partir de ese momento, y hasta hoy, sigo intentado aprender a escribir y mejorar mis trabajos todo lo que pueda.  

• ¿Volvería a repetir la experiencia?

Por supuesto. Ha sido divertida y gratificante… Aunque (no lo dudo) o debería no realizar comentarios sobre los trabajos presentados o… Me tendría que cambiar el seudónimo para evitar “collejas” desde el primer momento…

• ¿Qué opina de los relatos finalistas?

¿Qué puedo decir (¡sniff!) si no está el mío y sin caer en improperios contra la organización?... En fin, bromas aparte, me alegra haber comprobado que el setenta por ciento de los relatos finalistas fueron valorados positivamente por mí en su momento y que los tres restantes sólo “sufrieron” ligeras “matizaciones” pero sin que los llegase a “crucificar”, si no me equivoco, por lo que me queda el alivio de saber que no debo ser “muy malo”… “Enjuiciando” al menos… (Piensen que intento consolarme, ¡sniff!)… En todo caso, y en serio, mis felicitaciones sinceras a todos los finalistas, porque sé que varios trabajos son, sin duda, merecedores, cualquiera de ellos, del primer premio. 

      Lo que quiera añadir

Simplemente felicitar a todas las personas que llevan a buen puerto este certamen y animarles a que vuelvan a convocarlo. Mi agradecimiento, por sus horas de trabajo desinteresado, espero que lo den por supuesto, dado que no creo que haya un solo participante que, al menos, no se haya sentido feliz por poder competir y mostrar su trabajo ante otras personas con las que comparte afición.