Llora (por Blessed)


Estaba tumbado en el sofá, boca arriba, cuando fui corriendo hasta él.
¡Luisín, Luisín! y me tiré encima. No soportaba ese nombre, así que me agarró la muñeca y realizó su peculiar turtura china. Clavó los dedos en la zona de las venas y me tuvo así un rato, retorciéndome. Se empezó a reír y entonces cuando me soltó me senté en su cara. Primera imagen.

– ¡Ja ja, te volaré la tapa de los sesos!
– Dámela.
– ¡Pum, pum!
– ¡Dámela, es mía! ¡Mamá, Luis me ha quitado la pistola!
– Cógela anda, yo me voy.
– No, espera, toma, no te vayas…

Segunda imagen.

Mamá estaba rapándole el pelo en la cocina, a su espalda. Era su primer fin de semana de permiso. Una lágrima que solo yo pude ver cayó por su mejilla izquierda. Luego le seguí hasta su habitación y le pregunté entre risas por qué lloraba. No me contestó. Se llevó el dedo índice a los labios indicándome que no se lo contara a nadie. Tercera imagen.

Hubo más después, pero todas de mucho tiempo atrás. De alguna vez que me llevó con él y sus amigos del barrio, algún que otro sopapo (los suyos eran los que más dolían) o de cuando me asustaba poniendose una careta de pirata… pero todas de mucho tiempo atrás.
El día que se licenció y volvió a casa nos sentamos todos a ver la tele. Yo le quería picar, como siempre, y le volví a llamar Luisín, pero esta vez no hizo nada. Se limitó a soltar un ¡quita!, y ni siquiera me miró. Nunca más volvería a jugar conmigo. Mi hermano era 12 años y medio mayor que yo, así que supongo que era lógico, habría madurado en la mili. Aparte de eso, se le había avinagrado el carácter.
Hará tres años que se fue a vivir a Oviedo, con su novia. No la conoció hasta los veintitantos, ni a ella ni a ninguna otra. Ahora era mamá la que lloraba. Es ley de vida, decía, pero me entenderás cuando seas padre.
Todavía no soy padre, pero ya soy tío. Insisti hasta que me dejaron ser el padrino. También le puse yo el nombre, igual que mi hermano me lo puso a mí.
Ramón, por su abuelo materno, por su otro tío, y porque fue un nombre que por suerte o desgracia yo mismo estuve a punto de llevar. Sabía que no pondría pegas ninguno de los dos. El condenado guaje era igual que Luis de pequeño (lo que sé por fotos, claro), se me caía la baba con mi sobrino.

El 23 de Mayo me llamaron a filas. Mismo destino, Colmenar Viejo. La primera semana transcurrió más o menos sin sobresaltos. De todas formas, aquello no era mi ideal de una vida feliz, así que ya tenía ganas de coger un tren para volver a casa. Esperaba con ansia ese primer permiso. Durante aquellos pocos días había presenciado varias novatadas, muchas bastante pesadas, y algunas… pero de momento había conseguido escapar de ellas.
Un día, me abordaron tres veteranos y me metieron a empujones en una taquilla. La desatornillaron de la pared, la cerraron y me arrojaron con ella a la piscina. No tardó en llenarse de agua por las rejillas de ventilación. De esto hace cinco minutos. Jamás volveré a jugar con mi sobrino, porque ya hace dos que estoy muerto. Nunca aguanté demasiado la respiración. En ciento ochenta segundos ha pasado todo por mi cabeza antes de que mis pulmones se llenasen de agua. Ramón es aún muy pequeño para recordar a su tío. Lloré como un crío hasta que no hubo más imágenes.

Blessed

Marcar el enlace permanente.

4 comentarios

  1. Me has puesto la piel de gallina, en ning

  2. Me alegro de que te haya gustado. Como se suele decir, por eso ya ha merecido la pena escribirlo. 😉

  3. Es un buen boceto para un gran relato.
    Siempre me ha seducido la idea de escribir 500 p

  4. Very informative site. Good job. think that will make relief: http://www.crystalpalacefoundation.org.uk , Industrious is feature of Industrious Grass think that will make relief , Expect Increase Increase – that is all that Opponents is capable of think that will make relief

No se admiten más comentarios