Picadura de medusa. Ducha de agua caliente. Por Brujapiruja.

Picadura de medusa
“El veneno de las medusas es termolábil, es decir, el calor lo inutiliza y por eso cesa el ardor y la picazón.”
Era un día soleado del mes de agosto, ondeaba la bandera amarilla con un oleaje atractivo para saltar y divertirse con la rompiente a pie de playa.
Los niños jugaban a saltar las olas o a sumergirse en ellas.
De repente, un grito resonó urgiendo mientras uno de los crios salía llorando y agitando fuertemente los brazos con la cara desencajada y buscando a su padre. Al zambullirse en una ola su cuerpo había ido a empotrarse contra una medusa enorme que, oculta entre las espumosas olas, no se dejaba ver.

Rápidamente se le traslado a un servicio de urgencia ya que el pequeño, tenia ambos brazos y parte del torax totalmente inflamados con un dolor insoportable. Por el camino cada cual daba sus opiniones: amoniaco, vinagre, agua con sal, corticoides y un sin fin más. El médico que le asistió en el centro de salud solo dio una indicación ante la sorpresa de todos los presentes: “Que se meta en la ducha, agua tan caliente como pueda soportar hasta que sienta mejoría.”

La enfermera indicó donde estaba la ducha y los padres aunque un tanto confusos por la orden médica, siguieron las instrucciones. Agua caliente, tan caliente como el pequeño pudiera soportar. La sorpresa fue, que el pequeño, apenas 6 años de edad, tras los primeros chorros de agua caliente, pedía más. ¡Mas papi, mas..!
Tras unos quince minutos, el chaval ya no se quejaba tanto, ese escozor punzante estaba desapareciendo y la inflamación bajando. ¡Mas papi, mas..!
El doctor tras esta singular cura dio una explicación: “El veneno de las medusas es termolábil, es decir el calor lo inutiliza y por eso cesa el ardor y la picazón.”
Al día siguiente, el pequeño apenas tenia unas pequeñas marcas que ya no le molestaban y dos días después ni rastro.
Habrán pasado cinco o seis años de este hecho que les cuento, y desde entonces siempre aplicamos calor a cualquier picadura de medusa, por pequeña que sea, primero arena caliente en la playa mientras llegamos a la ducha y después agua caliente, tan caliente como se pueda soportar. No hay remedio que lo iguale se lo aseguro.
Y aún hoy nos preguntamos tanto los padres del chico como los vecinos de la playa, ¿como es posible que no se dé esta información desde protección civil?
Todos tenemos agua caliente a mano. Si tienen la desgracia de toparse con una medusa,
acuérdese de lo que le estoy contando y usted también lo contará.


Brujapiruja

Marcar el enlace permanente.

3 comentarios

  1. Yo mir

  2. Muchas gracias por tu informaci

No se admiten más comentarios