Lo único que tenemos. Por Maribel Romero Soler

Tras muchos meses en paro conseguí un trabajo de asistenta de noche. Cuido de una enferma hasta las ocho de la mañana. Cuando acabo mi jornada y regreso a casa, él se va. Apenas disponemos de unos minutos para darnos un beso y despedirnos. Esta mañana le he visto la tristeza en la mirada. —No te preocupes —me ha dicho—, me las arreglo bien solo. Él sabe que mi trabajo es importante, que es en realidad lo único que tenemos. Le he ayudado a ponerse la chaqueta y se ha ido sin volver la cabeza. Ya es todo un hombre,… Leer más