29- A vista de pájaro. Por Hipérbole

El tiempo es una medida experimental
que sirve para ordenar los cambios.
Dotar de importancia al tiempo
es un desencadenante de pérdida.
Llevar y traer tiempo a la memoria,
¡nos parecemos tanto a las abejas!
En este asentamiento tan efímero,
que parece que no acabara nunca
-por la distancia que hay entre momentos
que merecen la pena-,
no es el cansancio
lo que nos va apagando el ánimo, el deseo,
y sustenta a la madurez con conformismo.
Lo que reseca el alma
es la melancolía.

 A vista de pájaro

La distancia la mide la memoria.
Crecer es estar convencido
de que formamos parte del olvido
que comenzó en la infancia
y fosilizó en la piedra
que rompió el ventanal azul de un sueño. 

Nadie abrirá el candado que cerró aquella verja,
grietas en los recuerdos de la casa muerta.
Volver a sonreír no me devolverá
aquella carcajada.
Los colores son tristes con los años,
tal como no esperaba. 

Enfermé por la alergia de amar
y me curé queriendo;
era como cantar sin saberse la letra. 

Con el tiempo di vueltas de campana
por no saber parar,
nunca supe parar para vivir.
Encontré la palabra libertad
tallada en una cruz -era después-, aprendí a prescindir.
A menudo, el olvido, más que una virtud es un consuelo.
La plenitud, cada mañana el viento la dispersa,
y las plumas del nido de la última pasión. 

Un ramo de promesas que no voy a cumplir
le llevé al tiempo;
crecer no debería recordarme que soy
cómplice de las puertas que quedaron abiertas. 

Y me encontré en Ahora: latitud de haber sido. 

Hoy sacudí la vida y miré a contraluz,
ahoras, son las motas de polvo que desprende. 

Si lo esperado con el tiempo llega
a llamarse rutina;
si a aquello llaman vivir,
si esto resume la vida.
Privilegio del que olvida
y queda libre de hacer
frente a la melancolía.

8 comentarios en “29- A vista de pájaro. Por Hipérbole

  1. Una poética del pensamiento hay en tu poema. Se percibe una conciencia plena en el arte que conjugan tus palabras; imágenes de brillo profundamente reflexivo. Una estética desnuda equilibra el peso de cada contenido.

    Y ese diálogo entre los dos textos, antes y después del título, me hacen pensar, aunque así no sea, que tu escrito tiene formulación científica, o hay un científico detrás de este poema. Es sólo una impresión.

    Un gran poema en todos los sentidos.

    Hipérbole, un saludo.

  2. Un poema atrevido, equilibrado y muy didáctico, de esos en los que tras cada lectura descubres un nuevo matíz.

    Suerte!

  3. El único verso válido es el último (no los dos, que no son): «Lo que reseca el alma es la melancolía»… Debería ser el primer verso desde el que comenzar su poema de nuevo…

  4. Agradezco a los que han leído el poema, espero no haberles hecho perder el tiempo.
    En especial, agradezco a los que dejaron sus palabras en los comentarios. Gracias y un cordial saludo.

  5. Ahora con mas tiempo he vuelto a leer tu poema.La primer parte me parece ya trabajada e impecable, luego parece como si el desenfreno por escribir (Ese que todos conocemos y del cual yo soy adicta) Traza una segunda parte que con tu talento podría quedar preciosa

Los comentarios están cerrados.