premio especial 2010

 

Abr 24

Toco las puertas, nadie me abre, me aprisionan los muros, se encogen, más, más, más… se encuentran sobre mí.

Es tan extraño; mis pies, mis pies siguen sus huellas, se trasladan, pero mi cuerpo sigue aprisionado en estos muros.

Respiro profundo, que funcione mi cerebro, tengo que encontrar la forma de liberarme de mi prisión.

Vamos, vamos, maldita sea, raciona; ya no tengo tiempo, comienzo a sentir el peso de los muros, la presión de mi cuerpo.

Comienzo a sentir la pulsación de mis extremidades, el adormecimiento, la cabeza me explotara; sin duda la presión de mi prisión.

Corta lentamente mi sangre, quiere torturarme, esta en contra mía; maldita sea, estoy muriendo, nadie me escucha…

Déjenme salir, déjenme salir…

¿Que pasa? Todo se torna borroso ¿que es eso? ¿Son mis pies hiendo y viniendo?

Pasaron las horas, me perdí, los muros se alejaron; las malditas lo hicieron apropósito, me dejaron lucido para darme cuenta que estoy solo.

¿Donde se fueron? ¿Donde se esconden?

Le echo la culpa a la arrebatadora psicosis que me consume; si, la culpable es esa vos que sale de los muros, ese susurro que se escapa de vez en cuando —diciéndome— míralos, mírate, no son más que sombras ¿Qué aras al respecto?

Insisto que quieren torturarme, me asechan, me prueban, contemplan mis debilidades: entonces, cuando es el momento preciso se lanzan como depredadores, absorbiendo mi tranquilidad.

Estoy arto de perder mi psique, esos que me persiguen con desdén, alevosía y ventaja, me hacen ver como maniaco: ya no mas, me oyen, ya no mas…

Se que tratan de emular mis mas profundos deseos; que vileza la suya, creyeron que no me daría cuenta, se equivocaron, ya se que solo son ilusiones.

Vociferen todo lo que quieran, ni su más esforzado ahínco me regresara a sus fauces…

Estoy cansado, tan furioso que se me a secado la boca. Mis venas se exaltan ¿que se esto?; nuevamente me siento entumido, se me escapa la movilidad, estoy pesado ¿que pasa?

Esta vez lo muros se encuentran lejanos, mi pierna izquierda no responde, mi brazo, mi rostro, pierdo la sensibilidad: me he derrumbado; auxilio, auxilio…

Volvieron a transcurrir las horas, estoy lucido, puedo notar la luz del día entrando por mi ventana, los olores característicos de mi estancia, sin embargo: algo es distinto, algo es nuevo.

¡Inconcebible¡ estoy frente al espejo, me encuentro pasmado, literalmente. Que hosco este aspecto, que indignación mas grande, mas vergüenza a esta estancia maltrecha.

Lo sabia, lo sabia; mas dolor, mas angustia ¿hasta cuando esta interminable agonía?

Sorpresa la mía, al constatar que los muros se expidieron, convirtiéndose en laberinto.

Dentro de esta conmoción, me pregunto ¿estaré loco? ¿Mi camino será acertado a pesar de mi inexplicable desgracia?

Al observar mi entorno, francamente parecen infinitas las veredas en esos muros; cuantos callejones sin salida, como yo encontrare la libertad entre estos muros que me aprisionan.

¿Que es ese ruido? es conocido; pero no, no por favor…

Los muros se mueven lentamente, acompañados de ese córtalo.

Ya ciento la crisis; me asen temblar las perdiciones que arrastra tan indeseable ser.

Esta cerca, siento su aliento que hace rechinar los dientes, quebrando mi voluntad tan sosa.

No puedo alejarme, mis pies se paralizaron, mi sangre se hela impidiendo la fluidez del vital líquido: creo que estoy sudando, no lo creo; la temperatura se escapa de mi cuerpo.

Me cuesta trabajo respirar, todo se nubla, posiblemente ese ser me ha tomado; ya no distingo nada: ni paz, ni amor, ni dolor, solo silencio.

Un momento… escucho una vibración; es mi corazón que aun late, no se ha dado por vencido.

Vaya si es sorpresa, me encuentro recorriendo el laberinto, perdí al despreciable reptil, no se como paso, posiblemente mi inconciencia actuó.

Que estoy diciendo; por que me miento, es seguro que asecha confabulando con todo su linaje mi perdición.

¿Ahora que are? ¿Cómo podré escapar? Maldita sea esta angustia que bloquea mis pensamientos.

Como quisiera perderme en ese cielo, que aunque sea opaco y nebuloso, sin duda vería desde su lugar el final de este camino.

¡Que tonto…! No ay cosa más inverosímil; seguro toda esa bruma cegaría mi camino, colocándome en una situación peor: sin piso, sin techo, sin vereda.

¡Que despreciable!, mis cansados pies ya tiene ampollas; me dejare caer aquí, esperare a que el ángel de la muerte encuentre mi maltrecho olor: será el, el córtalo o los muros a fin de cuantas.

¿Cuántos verdugos se anexaran más a mi sentencia?

Ya no me quedan ganas de gritar, llorar o correr; siquiera de desvanecerme por el miedo y la ignorancia.

Aquí estaré, aquí aguardare…

¿Qué sucede? ¿Ya vienen por mí? escucho pasos; no puede ser… son mis propias pisadas, sigo recorriendo el camino ¿Qué será lo que me impulsa? —: acaso es esta lejana vos casi imperceptible causando un eco en mi interior.

Cero que estoy perdido, alucino.

¿Que esto que veo y siento? Todo lo anterior se olvida ante la presencia de este fenómeno; hace tanto que no veía el amanecer.

Es tan calido, tan bello, tan sereno; me envuelve la magia de sus colores y formas.

Es inevitable abrirme a nuevos conceptos.

Quito el encanto de esa comodidad truncadora, dejo atrás la energía abrumadora de los miedos (los perseguidores que controlaban mi mundo).

La cólera es purgada de mí ser.

Mi tranquilidad, mi estabilidad mental se genera dentro, llenando esos huecos de preguntas con respuestas;  diferenciando la realidad de la ilusión.

Ahora tengo la visión, la premonición a largo alcance en cada parte de mi vida.

Se derrumbaron los obstáculos, puedo caminar libremente.

Puedo entender la relación entre la tierra y su árbol, proporcionándole la estancia, mas el cobijo a su nueva semilla.

Puedo trascender, atravesando la rueda que gobierna toda la realidad.

Puedo adelantar mis acciones, evitando la incomprensión, desintegrando los resultados confusos —vanas ilusiones.

Puedo, sin ser alarde; conocer lo que se encuentra más aya del horizonte, contemplando las maravillas que da la certeza de la intuición.

Rectifico mi nombre, mi estabilidad, mi trayectoria; la encauso hacia mi estancia espiritual.

¶Recupero mi ilimitada luz refulgente, despejando mi estadía en esta existencia prestada.  

De esta dirección he encausado el paso de mis pies que siempre fueron delante: con cada paso tome, con cada momento inconsciente recibí la confianza en mi sentido de la orientación.

Al pasar los muros que encierran el alma, todo se aclara.

Ya no quiero mirara atrás, en otra ocasión definiré la delgada línea ente locura y cordura.

20- Esquizofrenia. Por Santino ulio, 4.1 out of 10 based on 13 ratings

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8 Responses to “20- Esquizofrenia. Por Santino ulio”

  1. Luc dice:

    Con todo respeto, creo que es interesante asimilar una ortografía correcta antes de lanzarse a redactar para terceros. Los errores ortográficos de bulto desintegran las buenas intenciones de este relato que, sin embargo, acierta al introducir una atmósfera narrativa acelerada a base de oraciones cortas y párrafos mínimos.

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  2. Triana dice:

    De acuerdo con Luc; es una historia que podía haber tenido un buen ritmo pero lo pierde por las faltas de ortografía, algunas bastante considerables.
    Me gustó la idea, pero no la ortografía.

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  3. Ágata dice:

    Creo que estás reñido con la gramática, y eso desluce todo intento narrativo, que podría haber sido interesante.

    Mi relato es el 41

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  4. Antístenes dice:

    Y los comentarios anteriores son «suaves». Yo me he detenido en el quinto párrafo no sólo por la ortografía, sino por la redundancia y el «hurgamiento» en el momento que describe… Un relato debe atraerte en la primera frase, engancharte en la segunda y ponerte grilletes en la tercera para esperar su sorpresa en el final.

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  5. Seres Entrópicos dice:

    Faltas aparte, el ejercicio de introspección en la paranoia del personaje es demasiado extenso y difuso, ganaría en fuerza recortando y precisando ciertas imágenes.
    Suerte

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  6. la ciudad dice:

    interesante, pero tal vez la esquizofrenia sea la culpable de esta pésima ortografía. No tomes a mal estos comentarios, al contrario, trata de mejorar tu ortografía, esta será un plus a tu labor de escritor.

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  7. HÓSKAR WILD dice:

    Esquizofrénico, nebuloso, opresivo, angustiante..
    Mucha suerte

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  8. Saraiba dice:

    ¿¿hiendo??? por yendo
    ¿¿aras? por harás

    No puedo seguir leyendo, lo siento.

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