198-El Voto de San Antonio. Por Polonia

DESCALIFICADO para el premio del público.

Mi abuela China es de esas personas muy creyentes. Siempre está dale que dale con el Espíritu Santo, que la Virgen del Rosario esto, que el Ángel de la Guarda lo otro, que rézale a la Desatanudos que no te fallará, todo el día así. Pero su ídolo máximo es San Antonio. Dice que gracias a él conoció al abuelo y a partir de ahí, ella se sintió en deuda de por vida. Por eso, se la pasa de acá para allá con sus estampitas, con la novena y que se yó cuantas cosas más.

Un día, me tenía tan saturada que para que dejara de molestarme le dije que todo el mundo sabe que eso es una fantasía, que lo de los santos son puras leyendas. ¿Para qué? Se puso como una loca y me preguntó cómo era posible que dijera una barbaridad como esa, con todo lo que había hecho San Antonio por nosotros.

_Por usted, querrá decir_ la desafié _porque a mí no me ayuda para nada.

_Será porque no le rezas como es debido_ respondió la abuela _pero no te preocupes que él no es rencoroso. Toma esta estampita y rézale. Rézale y verás cómo conseguís un novio, que tanta falta te hace.

Me causó gracia el comentario. La verdad que tenía razón, así que cogí la estampita y me la llevé a casa. En realidad, más que nada lo hice porque ya me había aburrido de escuchar tantas sandeces y no quería contradecirla más a la abuela. Hace unos días cumplió 88 y la pobre ya se pone nerviosa por todo.

Me pareció que un buen lugar para una estampita es la mesita de luz, así que la puse ahí abajo del reloj. Y esa noche, antes de acostarme leí la oración, y ya que estaba le pedí. Como no se me ocurría nada, le pedí conocer a Brad Pitt. Al rato, cuando ya estaba casi dormida sentí algo muy fuerte en el pecho y empecé a escuchar un sonido rarísimo. Parecía una voz que hablaba, pero al principio yo no le entendía nada. Después empecé a seguir el sonido y me di cuenta de que venía de la estampita. Todavía tenía el reloj encima, pero cuando lo saqué empecé a escuchar la voz mucho más clara.

_Y por eso, como te decía, lo de Brad Pitt, no va a poder ser. Yo hice todo lo posible, pero has visto cómo son los actores. La verdad ya me tienen cansado con Brad Pitt. Y ¿te doy un consejo? Pide algo más creativo, niña. Si quieres ver a Brad Pitt, pues ve al cine.

Yo no podía creer lo que estaba escuchando. Era la voz de San Antonio. Me quedé un rato mirando la estampita que no paraba de hablar pero yo no me animaba a decirle nada. Igualmente él seguía y seguía. Me contó varias anécdotas, me recomendó algunos libros y películas, y las canciones del David Bisbal que parece que son muy guay.

         La cuestión es que después se puso más densa la cosa. San Antonio empezó a contar chistes desubicados y a quejarse sin ningún filtro.

_Yo no entiendo cómo todavía seguimos con lo del libre albedrío, con todo lo que está pasando en el mundo, es una vergüenza. La iglesia tiene que modernizarse.

Yo no lo quise interrumpir pero me pregunté a qué se referiría.

_Me refiero al único tema importante, el amor, ¿qué otro va a ser?

No quedaba ninguna duda, San Antonio me leía el pensamiento. La verdad, me sentí un poco invadida.

_¿Estás ciega o esa cabecita piensa nada más en conocer a Brad Pitt? Mira, para que tengas una idea, ¿sabes cual es la tasa actual de divorcio? Más del 50% ¿entiendes? Más de la mitad de la gente que se casa, se termina divorciando. Y si los vieras cuando están en el altar, la cara de enamorados que tienen y cómo se prometen todo. Pero hay que resignarse, el amor de Romeo y Julieta ya no existe.

San Antonio se enojaba cada vez más y yo no sabía qué hacer. Pensé que no sería así con todo el mundo, pero creo que no ayudé mucho con mi comentario porque se puso peor. Me dijo que en su carrera había visto de todo y ya no ponía las manos en el fuego por nadie.

_No doy más. Yo atendí a millones de personas: escritores famosos, poetas principiantes, deportistas olímpicos, amantes despechados, acróbatas de circo, bibliotecarios, hombres de ciencia, vendedores ambulantes… Todos son iguales. Y si piensan que voy a seguir trabajando por esta causa imposible, se equivocan. Yo me mando a mudar y sanseacabó. Ya no estoy de acuerdo con eso del libre albedrío. No señor, mi voto no es positivo.

Yo nunca me había planteado nada de esto. Pero no sonaba tan loco lo que decía. Al fin y al cabo, lo de la tasa de divorcios es un dato científico. Aunque en el fondo, yo siento que todo se va a solucionar, por algo se sigue casando la gente. Seguí escuchando la voz de San Antonio, pero me pesaban los ojos y ya no podía concentrarme. Antes de quedarme dormida miré la hora. Las doce, la misma hora a la que me había acostado. Me pareció raro pero estaba tan cansada que no me importó.

A la mañana siguiente, me desperté con un dolor de cabeza terrible. No me acordaba mucho de la conversación de la noche, pero sí sabía lo esencial. Apenas pude fui para lo de la abuela y le conté todo. Bueno, todo menos la parte de Brad Pitt, que me pareció que no era relevante para la historia. Yo me imaginaba que la abueli se iba a morir de la emoción e iba a saber exactamente qué hacer, pero al final resultó todo lo contrario. Se puso como celosa, negó todo y dijo que en todo caso, lo de esa noche podría haber sido una aparición. Pero nunca en la historia de la iglesia se había dado una aparición adentro de un papel. Más bien se daba en la cumbre de una montaña o en el medio del desierto. Pero nunca antes se había escuchado algo semejante a una estampita parlante. 

Me imaginé a San Antonio escuchando esta charla y haciendo un escándalo en el cielo porque lo tratamos de estampita parlante. Ojalá no la haya entendido. ¿Será verdad lo de la aparición? ¿Habrá sido cierta la charla de esa noche? Por las dudas, ahora tengo la estampita siempre en la cartera. Y aunque nunca más me habló, yo de vez en cuando le rezo y le digo que se quede tranquilo, que ya vamos a mejorar.